2.12.13
"Love remembered"
Ayer estuve escuchando la banda sonora de Drácula (1992) de Coppola, y volví a caer en uno de esos agujeros del tiempo donde se mezclan mi memoria y mi imaginación. Cuanto más pienso en esta película, más me gusta. Da otra vuelta de tuerca al libro, especialmente en el personaje de Mina. Que una princesa transilvana se reencarne en ti puede ser poéticamente perfecto, pero lo que esconde es la transformación que le supone descubrir una segunda naturaleza oculta bajo la que ha considerado su única forma de ser hasta el momento. Y eso ocurre de la manera más inesperada. El alma espera dormida y nos sorprende con crueldad al despertar, sin que termine de quedar claro qué ganamos con ese descubrimiento:
Absinthe is the aphrodisiac of the self.
The green fairy who lives in the absinthe wants your soul.
But you are safe with me.
¿Safe? ¿Cómo podría estar Mina segura, si hasta Drácula puede controlar cuándo ella lo mira, si ha disuelto su voluntad como el terrón de azúcar? Quizás Mina ni siquiera es consciente de pasar del recatado vestido verde al rojo escotado cuando él le tiende la mano y consigue que le acompañe a un salón apartado. Como tampoco se da cuenta del momento en el que revierte la situación, y al perderse en ese amor loco, al entregarse a esa fascinación compleja e inexplicable, se salva del monstruo. Lo deja en un mar de lágrimas cuando corre al lado de Jonathan. ¿Por qué cruza el canal de la Mancha en busca de una persona cuando sus pensamientos vuelven constantemente otra que deja atrás? Ni siquiera ella misma puede explicarlo. Y sin embargo, a lo largo de la película va comprendiendo, y la Mina del final es tan diferente como impredecible su futuro. Del guión de Coppola:
[On a boat crossing the English Channel
Mina throws mementos into the ocean]
MINA (to herself): It's odd but I feel almost that my strange
friend is with me. He speaks to me in my thoughts. With him, I
felt more alive than ever I had. And now, without him, soon to
be a bride, I feel confused and lost. Perhaps, though I try to
be good, I am bad. Perhaps I am a bad, inconstant woman.
Este intercambio de papeles parece ser marca de la casa de las historias desesperadas , que son, por supuesto, mis favoritas. ¿Será porque odio la perfección? ¿Será porque me gusta el sufrimiento? ¿Es una cuestión estética, y un relato torturante, inacabado y triste tiene más valor artístico? ¿Es simplemente porque me conmueven los imposibles? Sé dónde empieza y termina el mundo real. Pero no puedo permitir que un límite físico me pare, la imaginación salta todos puentes vencidos por el tiempo y el abandono. Las historias son la única forma de explorar todos los salones que nos esperan tras las puertas cerradas del aburrido corredor de la vida. Hasta el punto de que es difícil discernir si las historias son la vida, y el mundo real es el sucedáneo que completa las escenas. O si es el refugio donde lamerse las heridas.
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