10.11.10
Escritores malditos
Uff. Estoy intentando leer Pan, de Knut Hansum. Todo iba más o menos bien hasta que el personaje principal se puso a freir pájaros. Así, como suena. Para comerlos.
Ya no tengo una mente romántica. Si un tío se pone a freir pájaros en una cabaña noruega se me representan olores de lo más repugnantes para su persona. Sin campana estractora, sin agua corriente para limpiar las plumas, sin cepillo de dientes... ¿cómo voy a creerme que las mozas del lugar salten a su cama at the drop of a hat? Igual se lo ha soñado todo, le daré algunas páginas más de indulgencia.
Hansum era un tipo peculiar, en todas sus cosas e ideas.
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