31.12.13

Carrera hacia el final de la noche



Yo soñaba cada día poder alcanzar la playa
Y ahora está tan cerca, casi ya la puedo oler
Y espero cada vez más próximo al final
Ya puedo sentir tierra seca tras la arena mojada

Y no me da la gana de pensar que nada es para siempre
Si esta canción se acaba que acabe el mundo para todos
Todos somos nada, sin las palabras dime ¿qué nos queda?

Y vuelven algunas rimas a mi mente cansada
Partes de guiones que creía olvidadas
Melodías que una vez pensé que iba a perder
Se tornan ahora bellas y valientes sinfonías

Y hace tiempo que yo ya me fui, yo siempre me estoy yendo
Pero siempre estoy contigo, aunque a veces pienses que no hay nada
Cuando me quedo mirando como si estuviera ausente
Es porque estoy viajando, no pienses que voy a perderme

Sí, ya sé que el mundo seguirá girando cuando ya no quede nada
Y nosotros vaguemos por la historia como simples hombres solitarios
Reyes que perdieron todo, todo lo que tanto amaban por quererlo demasiado

Y lo intento cada día, ser todo lo que había imaginado
Y me encuentro que la vida siempre tiene algo preparado
Que supera cualquiera de mis fantasías
Nada comparado con lo que realmente sucedía

Yo soñaba cada día poder alcanzar la playa...
 
[Xoel López, Tierra]
 
 
Hoy es día de carreras, y sin embargo este año no he podido calzarme las zapatillas: han sido meses tan complicados para algunas cosas... Podría resumirse en que, definitivamente, me he desengañado del trabajo. Cada progreso en la pirámide alimenticia es un retroceso personal, porque tengo menos tiempo para ser yo, menos ganas de seguir avanzando, menos sueños, menos esperanzas de que algo bueno está a la vuelta de la esquina. También me he desengañado de algunas de mis ilusiones personales. De convertirme en un ser con el don de la ubicuidad mental, una mujer con la mente convertida en una laberinto de Escher, en el que la organización de escaleras y corredores desafía la lógica, y los compartimentos estancos son la única forma de asegurar cierta coherencia. Rara vez funciona, la verdad. Y me hago mayor para seguir intentándolo. Me he rendido, en realidad.
 
Este año ha sido también el de las migraciones: la crisis nos ha ido cercando poco a poco a todos de una manera u otra. Conforme se iban cerrando los círculos (de conocidos a amigos, después a familiares) de los que perdían su trabajo, también se ha ido ampliando el número de los que hacían las maletas y dejaban el país al grito de "Good riddance!", ya que tienen la costumbre de emigrar a países anglosajones. A veces me dan ganas también a mí de dejarlo todo. Cada día de trabajo me deja un poco más claro que no vamos a las oficinas a colaborar para conseguir juntos que un proyecto avance. Vamos a plantar nuestros reales, a salirnos con la nuestra (abiertamente o por detrás) y a abrirnos paso a codazos o a patadas. Seguramente es así como debe ser, no lo sé. Al final el mercado es una lucha en la que toca olvidar todas las normas que nos han enseñado de niños. Pero yo estoy harta del clientelismo, el cinismo, la improvisación...

No valgo para esto. Mi parte de incompetencia personal natural (mi aversión al control y sus herramientas, empezando por Excel; mi poca confianza en lo que puedo llegar a hacer; mi dificultad para enfocarme en una cosa sola) se ha juntado con la incompetencia que me genera mi organización: exigencias desajustadas para mi capacidad y en plazos imposibles, aislamiento, falta de un objetivo claro y sobre todo, desconfianza. No sé a dónde vamos, y sobre todo, no creo que los que nos dirigen sean capaces de llevarnos a ningún sitio bueno. En cualquier caso, creo que es muy probable que tampoco cuenten conmigo para toda la travesía - y esto es lo que hace más complicado trabajar. ¿Cómo puedo ir cada día a trabajar y dar ese extra más si no puedo evitar pensar que mi silla ya está en tiempo de descuento?

El trabajo me amarga, aunque ya sé que no es la vida. La vida, como dice Xoel López, siempre nos sorprende con algo. Y a veces estamos de camino hacia ese algo que no vemos y no podemos imaginar, algo que se forma paso a paso (zancada a zancada, porque quiero creer en esta canción con todas mis fuerzas). Hace años que tengo la impresión de estar caminando en una dirección concreta  sin mapa y sin pistas, espero que en 2014 se despeje un poco la niebla. Porque un día más de vacaciones sin poder levantarme de la cama porque estoy torturándome con el infierno que me voy a encontrar en la oficina, y tendré que recurrir a ayuda profesional, farmacológica.
 
Bavaria, alrededor del solsticio de invierno; amanecer y ocaso casi indistinguibles.
 

30.12.13

Catsellers padding the world

Mininas perchas en Kling, c/ Fuencarral 71

Dar vueltas por la ciudad estos días de vacaciones me ha servido para encontrar algunos regalos de Navidad y redescubrir que los gatos venden más y mejor. El número de felinos domésticos no deja de crecer si uno se cree las estadísticas, ya codirigen la galaxia internauta junto con las alegres chicas del porno y cada vez que alguien estampa esos hocicos astutos, esos rasgados ojos de oro en un pijama, monedero o calcetín, a sus pies me tiene con la tarjeta de crédito entre los dientes.

De la sección de literatura en otros idiomas de La Casa del Libro, en Gran Vía 29

¿Manías? Tiene que haber un mecanismo secreto detrás de esto: los de marketing no lo cuentan, pero saben que el impulso de rescatar un gato del escaparate es más fuerte que el afán ahorrador. ¿O sirven simplemente para fijar la atención del espectador con esos ojos magnéticos? Un espectador que es mujer, por los productos en los que suelen ir estampados. A lo mejor las mujeres ya no queremos bebés, sólo queremos a nuestro lado un animal totémico en el que proyectar nuestras fantasías de independencia y sensualidad.


"Fellinium, el gato al que amaban las mujeres" en Sirius, C/ San Vicente Ferrer 26

Mientras escribo estas líneas tengo un gatito negro enroscado en el regazo. Pienso en todas las pequeñas cosas que he visto en tiendas como las de la foto. Si uno pudiera rodearse de amuletos como estos, de colgantes de estrellas minúsculas, cactus de tela, acuarelas de ciervos y zorros... si las pequeñas cosas, los objetos delicados, los fragmentos de poesía o los jerseys de lana gruesa y suave nos protegieran del mundo... Pero no lo hacen. Podemos adornar el nido con talismanes para darnos fuerza, pero eso no cambia el mundo, sólo lo convierte en un calabozo un poco más habitable. Sólo se vence al mundo con indiferencia olímpica, piel gruesa y perseverancia. Haciéndose el gato.

Print de Lady Desidia descubierto en La Intrusa, Corredera Alta de San Pablo 33 


29.12.13

A scrape

El regalo del último día de otoño, un adiós radiante

How like a winter hath my absence been
From thee, the pleasure of the fleeting year!
What freezings have I felt, what dark days seen!
What old December's bareness everywhere!
And yet this time remov'd was summer's time,
The teeming autumn, big with rich increase,
Bearing the wanton burthen of the prime,
Like widow'd wombs after their lords' decease:
Yet this abundant issue seem'd to me
But hope of orphans and unfather'd fruit;
For summer and his pleasures wait on thee,
And thou away, the very birds are mute;
Or if they sing, 'tis with so dull a cheer
That leaves look pale, dreading the winter's near.
 
[William Shakespeare, Sonnet XCVII] 

El resto es hielo


23.12.13

Enters Oakenshield

Richard Armitage clava el personaje. No es lo que dice, son sus gestos, su mirada. Fuente de la foto, aquí.

Hace un par de horas que he salido del cine, y no dejo de preguntarme si al resto del mundo le ocurre como a mí: nada me resulta tan real y tan vivo y tan emocionante, nada me acelera tanto el pulso, ni me hace soñar tanto como una buena película. He visto el The Hobbit II: The desolation of Smaug, y aunque hace unos 25 años que lo leí,y aunque la primera parte de la trilogía me pareció decepcionante, en ésta la acción es continua y la parte que han inventado hasta bonita. Mañana quizás ya no esté deslumbrada, pero hoy he podido dejarme llevar. Porque, ¿qué es una buena película? Para mí, aquella que consigue convertirme en la espectadora que era de niña. Una película que me deja con la boca abierta, que me arrastra al otro lado de la pantalla y me hace reir y llorar con los personajes, enamorarme con ellos, odiar con ellos, luchar con ellos. Que me deja pensando varios días sobre lo que he visto y su relación con mi propia vida. Y he tenido a Escudo de Roble en mente desde que se han encendido las luces de la sala. Quizás le he dado demasiada importancia a estas fantasiosas escapadas mentales, porque pocas veces en la vida real tengo sentimientos como los que me provocan los libros y las películas, y cuando me los permito son tan fuertes que me arrastran a locuras. Y sin embargo, la experiencia siempre sabe a vida pura, y aunque duela, merece la pena ¿Soy una sapiens sapiens normal, o el síndrome Mme Bovary terminará acabando conmigo? No soy Emma, no. Distingo lo que es mi vida de estos pequeños simulacros que llamamos arte.

Ni estoy sola, lo sé. No estoy sola, porque millones de personas van a ver estas mismas películas, y leen estos mismos libros, y llevan 25 siglos yendo al teatro para ver representar esos mismos pequeños dramas que todos acallamos o suprimimos en el día a día para sobrevivir a las miserias del trabajo y de la vida, del incierto destino y nuestra aún más incierta voluntad:

For who would bear the Whips and Scorns of time,
The Oppressor's wrong, the proud man's Contumely,
The pangs of despised Love, the Law’s delay,
The insolence of Office, and the Spurns
That patient merit of the unworthy takes,
When he himself might his Quietus make
With a bare Bodkin [...]


[Hamlet III, 1, versión moderna del First Folio con enmiendas del Second Quarto ]

Y sin embargo, lucho cada vez más contra esta tendencia. ¿Qué sentimientos propios con sus matices me pierdo cada vez que me dejo llevar por lo que siento como espectadora? ¿Qué sentimientos y pensamientos propios dejo de expresar cuando busco referencias para todo en fotogramas, canciones, poemas, citas...? ¿Consigo alguna vez expresar algo propio cuando comienzo cada frase con un "esto es como en [nombre de peli, o libro aquí]? Escribo un poco y hablo otro tanto, casi siempre desde detrás de una máscara, sin profundizar en cuál es mi forma de contarlo, sin detallar mi particularidad, sin ofrecer nada nuevo al mundo (que tal vez no merezca la pena, y seguramente tampoco sea nuevo). No había pensado hasta ahora que a lo peor he pasado toda mi vida encondiéndome de mí misma. Hay una escema en esta película que me da esperanzas: Gandalf le dice a Bilbo que ha cambiado y ya no es el mismo hobbit que dejó la comarca. Y Bilbo está a punto de contarle lo que tiene en el bolsillo, pero dice que sí, que encontró algo en los túneles y es su valor. La historia de Bilbo, ¿es la de una saqueador que se esconde para sacar partido de la situación, o la de un hobitt que saca el valor y las fuerzas de poder hacerse invisible de vez en cuando? Su historia es la de Odiseo, el hombre que da vueltas, que hace trampas, que sabe cuando soltar sedal y cuando tensar la cuerda. Podría ser la mía, si yo consiguiera soltarme los grilletes. Soy consciente, aunque siga prefiriendo otros personajes.

Thorin, de entre todos los héroes. Thorin y Boromir, y desde que tengo 10 años. Los héroes trágicos son incapaces de darse cuenta que se adentran por la senda de su caída hasta que se encuentran braceando y pataleando en el vacío. Son héroes que tratan de seguir sendas que otros han marcado, destinos elegidos por otros, creyendo equivocadamente que los forjan ellos mismos. Personajes que no se preguntan si eso que hacen, o que creen que deben hacer, es realmente lo que ellos quieren hacer. Que no son capaces de escapar a su suerte porque no sacuden la cabeza a tiempo ni se preguntan por qué hacen lo que hacen; porque son incapaces de crecer al salirse de la rueda. Y si algún mérito tienen las versiones de Peter Jackson no son los efectos especiales, es que la parte psicológica de los personajes está muy bien trabajada. Thorin es orgulloso, testarudo, valiente. También es hosco y distante, misterioso: en el fondo de su mirada melancólica, o quizás desolada, hay un destello débil pero perceptible de inseguridad. Thorin oculta un miedo: su alma está barrida por el viento, es un páramo, pero el páramo es al menos terreno de cordura. Es el alma de un hombre que lo ha perdido todo una vez, que ha visto en su familia la locura que causa estar ciego a la propia hubris, que parece estar en constante debate consigo mismo. Ha mantenido la locura a raya con la estrategia del superviviente. Para vencerla tiene que enfrentarse a ella allí donde es mayor el peligro, pero, ¿es recuperar Erebor lo que él necesita? ¿Sólo porque Gandalf vierte en su oído las palabras adecuadas, las que despiertan en él un sentido del deber discutible? ¿Sólo porque un grupo de enanos se refugia bajo su manto y le anima, quién sabe si encendidos por la avaricia más que por la justicia y la razón?

Tolkien no tiene piedad, muestra claramente cómo nos engañamos enrollándonos en hermosas banderas para esconder pasiones mucho más bajas, dominados por malos consejeros, nuestras debilidades, un anillo maligno, o un desequilibrio en nuestro pasado que nada puede compensar. Y sin embargo... no pude evitar el entusiasmo al ver cómo las viejas fraguas de los enanos se inflamaban e iluminaban con su luz dorada las estancias devastadas. Thorin de entre todos está cerca de mi corazón, aunque la piedra del arca sea la piedra de la locura. O porque lo es.

[4 euros y sesión no numerada... todo un viaje al pasado]

22.12.13

"Resolve to be thyself"

Caspar David Friedrich (1835) Seascape by Moonlight

Weary of myself, and sick of asking
What I am, and what I ought to be,
At this vessel's prow I stand, which bears me
Forwards, forwards, o'er the starlit sea.

And a look of passionate desire
O'er the sea and to the stars I send:
"Ye who from my childhood up have calm'd me,
Calm me, ah, compose me to the end!

"Ah, once more," I cried, "ye stars, ye waters,
On my heart your mighty charm renew;
Still, still let me, as I gaze upon you,
Feel my soul becoming vast like you!"

From the intense, clear, star-sown vault of heaven,
Over the lit sea's unquiet way,
In the rustling night-air came the answer:
"Wouldst thou be as these are? Live as they.

"Unaffrighted by the silence round them,
Undistracted by the sights they see,
These demand not that the things without them
Yield them love, amusement, sympathy.

"And with joy the stars perform their shining,
And the sea its long moon-silver'd roll;
For self-poised they live, nor pine with noting
All the fever of some differing soul.

"Bounded by themselves, and unregardful
In what state God's other works may be,
In their own tasks all their powers pouring,
These attain the mighty life you see."

O air-born voice! long since, severely clear,
A cry like thine in mine own heart I hear:
"Resolve to be thyself; and know that he,
Who finds himself, loses his misery!"

[Matthew Arnold "Self-dependence"]

21.12.13

At home



UNTOLD by Elizabeth Arden - Director's Cut (Agence TUXEDO, 2013)

I remember you said some things are better kept untold.
Seeing you all night brought me to life.
I saw the future, I saw it your eyes.
It's a bright light, like a thousand sunrises.
This is what you hold, this is what you hold.....
 
Hace un par de horas que he llegado a casa y estaba dispuesta a meterme en la cama a llorar un rato después de 4 días de pesadilla en el extranjero (y no sólo por el proyecto, que me va a costar la vida), también porque no debería volar en diciembre. Me rompe el corazón. Los aeropuertos son lugares demasiado emotivos, cuando mi colega y yo hemos salido a coger el taxi nos ha sorprendido un montón de personas que esperaban para recoger a los que vuelven por Navidad con carteles, con globos, con ramos... Ha sido tan inesperado, me ha hecho sentir feliz en contra de mi voluntad, pero al mismo tiempo ha hecho que se remueva otra vez la herida. El dolor sordo, el invisible, ese es el peor de todos porque es el que mata.
 
Pero no me he acostado: me he hecho un té, he puesto la tele... estaba viendo unas cosas en el ordenador mientras la gatita dormía a mi lado cuando de pronto han puesto este anuncio. Y se me ha pasado un poco la melancolía. Todo me gusta: al amanecer, cuando algunos van a trabajar con sus portátiles y sus corbatas, aparece una mujer  que vuelve a casa después de una fiesta. Y en lugar de regresar echa polvo está radiante y va abriendo las calles como los rayos del sol. No lleva un vestido demasiado sexy, ni llamativo, ni está muy maquillada ni parece una modelo. Es elegante, sencillamente guapa, especial. Está contenta consigo misma, y algo ha ocurrido durante la noche que le ha recordado que el mundo empieza cada día cuando sale el sol. Es curioso que la canción se haya hecho específicamente para el anuncio, la letra me gusta mucho porque hace que todo cobre sentido en esta historia de 70 segundos. El efecto es redondo en la forma y lleno de matices, como es el frasco.Si hoy tuviera que escoger un perfume sería éste, porque quiero ser esa mujer. Y ni lo he olido siquiera. Pero los anuncios tienen esa capacidad de cristalizar la potencia de un poema al servicio del mercado. Sin proponérselo han conseguido la antítesis de J'adore, cuyo anuncio y perfume odio porque implica todo lo contrario: rancia casa de modas parisina, sofisticada rubia tipo Hitchcock que llega para que la conviertan en una especie de chica Bond en Goldfinger, y esas imágenes de actrices muertas recreadas por ordenador. Pretencioso hasta en el aroma, uno se imagina que la mujer de Fernández Tapias lo usa, para compensar la diferencia de edad y reciente ingreso en la oligarquía.

13.12.13

El oráculo de Trujillos 7


La sibila anónima no pudo ser más clara

No es que salga tanto, pero tengo una manía personal respecto a bares y restaurantes. Cuando un sitio me gusta vuelvo siempre que puedo, pero en cada salida tengo que conocer antros nuevos para la Tiriri Guía del Ocio (y cómo me gusta poder escribir esto una mañana de viernes que por fin he podido coger libre mientras escucho Songs from Northen Britain de Teenage Fanclub, hasta consigue que me olvide de mi edad y mi trabajo, y me crea que soy cronista free-lance). Hablar de bares es hablar de algo tan pasajero y fugaz que de un mes a otro una entrada puede dejar de tener sentido: hoy cierra uno y en dos semanas hay otro diferente en el mismo lugar. Pero eso casa con mis manías. Sitios nuevos, platos nuevos, libros nuevos... descubrimientos. Incluso de frases míticas.

A veces los sitios nuevos han estado esperándote toda la vida y no lo sabías. Eso me pasó esta primavera, cuando al salir del concierto de Jero Romero mi hermana y una amiga me llevaron a tomar cañas por las callejuelas que hay entre las plazas de Callao, San Martín, Santo Domingo e Isabel II. No, no había estado jamás en el Mareas Vivas ni en el Labriego, lo siento; supongo que me he saltado el capítulo cañí-perroflauta-universitario-madrileño en mi evolución. Esos bares donde aún quedan azulejos blancos, barras de zinc y el espíritu de tasquita de emigrantes gallegos siempre me recuerdan a mis tiempos de la carrera, y me parecen los más típicos de la ciudad, pero están en retroceso. Sospecho que a la gente le pasa como a mí, que me hago cada día más relamida: los huesos de aceituna, las cabezas de gamba y los huesos de pollo tirados bajo la barra no me dejan ver el bosque. Y aún así, en ningún sitio sabe tan rica una caña bien tirada con su tapita de aceitunas, bravas o salpicón.

No lejos de estos lugares de restauración, en el 7 de la calle Trujillos, descubrí otro lugar clásico que me gustó mucho. El Templo del Gato, autodenominado "A California Music Bar" lleva casi 30 años abierto, aunque para mí una especie de lugar mítico de esos que salen entre líneas cuando escuchas canciones de la movida. Lo más llamativo es esa especie de jaula que tiene en el piso superior con un escenario pequeñito, aunque debo decir (y esto no va a sonar muy bien) que tengo los recuerdos un poco borrosos. Aquella noche había bastante gente, y si tuviera que resumir qué ha quedado en mi memoria diría que tercios de Mahou, luces rojas, muchas canciones de los últimos 50 años que cantamos y hasta bailamos y, top and foremost, una frase que resume una de las grandes problemáticas de la condición humana (ver foto superior).

"Si no jodes no entretengas". ¿Quién será esa misteriosa C.? ¿Cuándo lo escribió con carmín en una de las astrosas baldosas del cuarto de baño de chicas? ¿Qué se hizo de aquella barra de labios (espero que la tirara...)? Mi amiga G. volvió del baño triunfal con la foto, y desde entonces se ha convertido en un meme tal útil... Permite coronar la típica conversación femenina (no sé si los hombres entran en estas charlas, pero nosotras seguro) en la que una de las interlocutoras comenta cosas como: "¿y entonces, qué puede estar pensando X? Quedamos por la noche y nos tomamos algo; al final cada uno se fue a su casa, le mandé un whatsapp de buenas noches y empezamos a escribirnos tonterías hasta las 4 de la mañana y super bien. Pero lleva 5 días sin decir nada, aunque sé que leyó mi último mensaje de aquella noche cuando se levantó a las 11 el día siguiente. ¿Le doy un toque? ¿Qué le mando? ¿Me espero?". Uff. Las mujeres nos metemos en estas espirales deductivas que nos quitan la energía, y todo sería mucho más fácil si le diéramos la vuelta y cuando un tío empieza a enredar le mandáramos la frase. No lo hacemos, claro, porque nadie quiere pensar a qué se reduce realmente el cortejo. Nos gusta tanto el romanticismo...

Vidriera del Templo del Gato

8.12.13

La palabra define lo real


Pierre Bonnard (1908) Jeune femme écrivant

Somewhere on the other side of this wide night
and the distance between us, I am thinking of you.
The room is turning slowly away from the moon.

This is pleasurable. Or shall I cross that out and say
it is sad? In one of the tenses I singing
an impossible song of desire that you cannot hear.

La lala la. See? I close my eyes and imagine the dark hills I would have to cross
to reach you. For I am in love with you

and this is what it is like or what it is like in words.

[Carol Ann Duffy, Words Wide Night]

7.12.13

Hibernando

[The Black One señala el camino...]
 
Poco a poco vuelvo a tener minutos para mí, pero no consigo recuperar los buenos hábitos deportivos. Llega esta hora, y en lugar de estar deseando ponerme las zapatillas y salir zumbando a la calle abro la ventana con precaución y arrugo la nariz cuando me da el frío en la cara. Ni siquiera me he apuntado a la San Silvestre este año, ni tengo forma ni espíritu para esos diez kilómetros. Anoche salí y aunque me he despertado a la una sigo sin estar al 100%; tampoco me está ayudando a recuperar le espíritu deportista esta maratón de pelis y sillón (aunque LA Confidential y La Isla siempre sean bienvenidas). Resumiendo, me he convertido en yaya.

Uff. No puede ser. Me voy a dar una vuelta. Zapatillas.

3.12.13

Making movies

Mercado central de Cádiz, exposición de Marina Anaya. La foto es mía, de este verano
You could probably say I'm difficult
I probably talk too much
I over-analyze and over-think things
Yes it's a nasty crutch
I'm usually only waiting for you to stop talking
So that I can
Concerning 2-way streets I have to say
That I am not a fan

But I am the greatest motherfucker
That you're ever gonna meet
From the top of my head
Down to the tips of the toes on my feet
So go ahead and love me while it's still a crime
And don't forget you could be laughing
65 percent more of the time
You could be laughing
65 percent more of the time

Half of the time I think I'm in some movie
I play the underdog of course
I wonder who'll they'll get to play me, maybe
They could dig up Richard Burton's corpse
I am not who you think I am
I am quite angry which I barely can conceal
You think I hate myself, it's you I hate
Because you have the nerve to make me feel

But I am the greatest motherfucker
That you're ever gonna meet
From the top of my head
Down to the tips of the toes on my feet
So go ahead and love me while it's still a crime
And don't forget you could be laughing
65 percent more of the time
You could be laughing
65 percent more of the time

I should've practiced my scales
I should not be attracted to males
But you said that I should learn to love myself
Well, make up your mind, Dr. Frankenstein

[John Grant, GMF]


2.12.13

"Love remembered"




Ayer estuve escuchando la banda sonora de Drácula (1992) de Coppola, y volví a caer en uno de esos agujeros del tiempo donde se mezclan mi memoria y mi imaginación. Cuanto más pienso en esta película, más me gusta. Da otra vuelta de tuerca al libro, especialmente en el personaje de Mina. Que una princesa transilvana se reencarne en ti puede ser poéticamente perfecto, pero lo que esconde es la transformación que le supone descubrir una segunda naturaleza oculta bajo la que ha considerado su única forma de ser hasta el momento. Y eso ocurre de la manera más inesperada. El alma espera dormida y nos sorprende con crueldad al despertar, sin que termine de quedar claro qué ganamos con ese descubrimiento:

Absinthe is the aphrodisiac of the self.
The green fairy who lives in the absinthe wants your soul.
But you are safe with me.

¿Safe? ¿Cómo podría estar Mina segura, si hasta Drácula puede controlar cuándo ella lo mira, si ha disuelto su voluntad como el terrón de azúcar? Quizás Mina ni siquiera es consciente de pasar del recatado vestido verde al rojo escotado cuando él le tiende la mano y consigue que le acompañe a un salón apartado. Como tampoco se da cuenta del momento en el que revierte la situación, y al perderse en ese amor loco, al entregarse a esa fascinación compleja e inexplicable, se salva del monstruo. Lo deja en un mar de lágrimas cuando corre al lado de Jonathan. ¿Por qué cruza el canal de la Mancha en busca de una persona cuando sus pensamientos vuelven constantemente otra que deja atrás? Ni siquiera ella misma puede explicarlo. Y sin embargo, a lo largo de la película va comprendiendo, y la Mina del final es tan diferente como impredecible su futuro. Del guión de Coppola:

[On a boat crossing the English Channel
              Mina throws mementos into the ocean]

MINA (to herself):  It's odd but I feel almost that my strange
friend is with me.  He speaks to me in my thoughts.  With him, I
felt more alive than ever I had.  And now, without him, soon to
be a bride, I feel confused and lost.  Perhaps, though I try to
be good, I am bad.  Perhaps I am a bad, inconstant woman.
 
Este intercambio de papeles parece ser marca de la casa de las historias desesperadas , que son, por supuesto, mis favoritas. ¿Será porque odio la perfección? ¿Será porque me gusta el sufrimiento? ¿Es una cuestión estética, y un relato torturante, inacabado y triste tiene más valor artístico? ¿Es simplemente porque me conmueven los imposibles? Sé dónde empieza y termina el mundo real. Pero no puedo permitir que un límite físico me pare, la imaginación salta todos puentes vencidos por el tiempo y el abandono. Las historias son la única forma de explorar todos los salones que nos esperan tras las puertas cerradas del aburrido corredor de la vidaHasta el punto de que es difícil discernir si las historias son la vida, y el mundo real es el sucedáneo que completa las escenas. O si es el refugio donde lamerse las heridas.