[Large Dark Red Leaves (1925) de Georgia O'Keffee]
Esta semana estoy de vacaciones, y en un arrebato impropio de mi persona (que suele hacer las cosas más tarde que pronto, y siempre en un ritmo caótico) hice una lista de tareas al principio de la semana. Que sea mi propia mano la que impone la disciplina es totalmente inusual, no sé si será un impulso animal de terminar cosas antes del comienzo de un nuevo ciclo. Eso implica que percibo un nuevo ciclo, lo que me resulta sorprendente también - pero en fin, ya que estos pasos no los dicta ningún proceso consciente, me dejaré llevar por el subconsciente, que suele ser más hábil a la hora de tomar decisiones.
Farfolla pseudopsicológica aparte, una de las cosas que tenía pendientes y por fin he podido hacer era visitar la exposición "Made in USA" de la Fundación Mapfre. La exposición ha traído a Madrid una selección de obras de la Colección Philips, creada en 1921 para dar a conocer el arte moderno norteamericano desde el punto de vista de los artistas. Duncan Philips no estaba interesado en movimientos si no en obras (un adelantado a estos tiempos en los que ya no nos compramos discos, sino que descargamos canciones), y pretendía también revindicar las virtudes de un grupo de artistas que tradicionalmente se habían considerado menores (en contraste con los pintores franceses de la época). En este enlace podéis haceros una idea de la exposición, que está en la sede del Paseo de Recoletos (y es gratis, siempre importante).
¿Me gustó? No es una de esas muestras que te dejan con la boca abierta, y el hecho de no ser temática hace que la visita tenga un efecto más extensivo que intensivo, pero sólo por ver algunos de los cuadros merece la pena. Por señalar tres que me gustaron especialmente, me quedo con las hojas otoñales de Georgia O'Keefe (que tiene unos colores y una fuerza que ninguna fotografía puede reproducir, y hay que ver en persona). Toda la serie dedicada a la ciudad me pareció interesante, son obras que muestran el Nueva York de los años 20, unas imágenes tan impactantes como las fotografías de Manhattan actual (¿Cómo sería cambiar los prados gallegos por semejante urbe? Cortes llegando a Tenochtitlán y los emigrantes europeos viendo surgir de las aguas una mole urbana como aquella son momentos que me hubiera gustado vivir). De esa serie me quedo con Rascacielos (1922) de Charles Sheeler.
Y finalmente un cuadro que me dejó pensando sobre muchas cosas (arte, colores, óptica...). Es el que tenéis debajo, Clown Making-up (1910) de John Sloan. Si vais al enlace (o si leéis la explicación que acompaña al cuadro en la exposición), veréis que se habla de los tres colores con los que Sloan compuso la obra. El texto dice "Sloan limited the palette to purple, yellow-orange, and green", chocante con mi propia percepción de los colores de la tabla. Si alguien me hubiera preguntado qué colores tiene la obra, habría dicho blanco, marrón oscuro y beige-camel. Porque conozco los efectos del claroscuro en la ropa y en las habitaciones, en lugar de ver los colores reales que componen el cuadro estoy proyectando lo que sé de los tejidos. Es una cosa que tiendo a olvidar al ver una obra, suelo confundir lo que veo con lo que sé. Y esta vez me he dado cuenta, pero ¿cuántas otras se me olvida?
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