30.11.09

Time and Punishment


Un, dos, tres, cuatro.
El tiempo pasa, despacito.
Cinco, seis.
Los segundos desfilan, se siguen como pasos sincronizados de un ejército que avanza.
Siete, ocho, nueve, diez.
Se van apilando unos sobre otros, marcan el compás de la espera.
Once, doce, trece.
La espera. El silencio. Caracter más caracter. Menos caracter, si hay que ser exactos.
14, 15, 16, 17, 18, 19, 20...
Silencio. Silencio de pulso en mis sienes. Tiempo dentado, ruedas y piñones encajados.
Tic-tac, tic-tac. Tic-tac, tic-tac.
Silencio.
...45, 46, 47, 48, 49, 50.

Ya no cuento más, es demasiado aburrido, y es demasiado tarde.

29.11.09

El crimen: no era un Bansky

[La foto es muy mala, apenas se distingue a las pintoras]

Tarde de domingo en casa. España entera se preparaba para el partido de la temporada, ese Madrid-Barca que desenvaina todas las espadas y en el que he perdido el interés (que gane el Madrid, pero que no tenga que verlo, por favor). Estaba devanandome los sesos, tratando de encontrar un tema del que escribir (porque tengo esto muy abandonado) y de pronto ha surgido solito. Me he acercado a la ventana para bajar la persiana - ya es otoño por fin, hace frío y la calefacción parece que cunde más si uno se encapsula - y justo al otro lado de la calle alguien delinquía contra la propiedad privada. Una ofensa menor: dos chicas (como de 23 años) se han puesto a pintar en la persiana metálica que cierra un local recién inaugurado. ¡Qué dilema moral! Soy coleccionista de pintadas, y de pronto me he indignado porque las dos artistas estaban manipulando algo que no les pertenecía, y en contra de la voluntad del propietario. ¿Debería llamar a la policía? ¿Debería bajar a reconvenirlas? ¿Debería dejar que el arte urbano golpeara la cara de un barrio conservador? ¿O lo mejor sería que me metiera en mis asuntos?

[Dejaron en el suelo el boceto, que no terminaron]

Analizando mis sentimientos me he dado cuenta de que sentía una rabia personal contra ellas, ansia de venganza más que sed de justicia: escrutaba la calle desde mi ventana con la esperanza de que llegara el encargado del bar y las cazara in fraganti. Por otro lado tenía curiosidad por saber qué pretendían pintar. La decoración externa del sitio tampoco es como para tirar cohetes, y era incluso posible que ellas arreglaran el desaguisado. Lo curioso es que muchos paseantes se quedaban mirando a las chicas con la misma perplejidad que yo, como temerosos de decirles algo pero al mismo tiempo indignados. Sólo un señor mayor se ha parado para decir lo que pensaba, cuando esos ancianos desaparezcan todos seremos amebas de moralidad difusa. Y aunque en su momento decidí esperar a ver el resultado para actuar, por supuesto no hice nada más que crear esta entrada.


[Nada espectacular, ni como crimen ni como pintada]

25.11.09

Mecida por las olas


[Ojala pudiera ser ese ave de vez en cuando.
La letra y la música son preciosas y aparecen en la banda sonora de Los chicos del Coro. Si tengo un rato lo traduzco.
]

23.11.09

La nada hueca en un desierto intelectual

[Marcados acentos circumperplejos en el rostro de Zapatero.
Las preguntas de media en media, por favor...]


Como diría el torero: en dos palabras, im-prezionante. Hoy me he quedado en casa trabajando (no sé si será gripe, pero he fundido dos paquetes de pañuelos) y me he quedado mirando la televisión como idiota cuando ha salido nuestro presidente y ha dicho nada menos que esto:

La recuperación se ha iniciado. No sabemos aún con qué fuerza, con qué progresión, ni sabemos aún con certeza cuándo tendrá el vigor suficiente para crear empleo de forma estable. Pero ya está en marcha.

[Traducción: sólo porque todos los países de nuestro entorno han empezado a crecer estamos dando por hecho que van a arrastrarnos hacia arriba. Pero como ni siquiera sabemos dónde estamos o hasta que punto nos hemos hundido, no nos atrevemos ni a estimar cuándo, cómo y por qué pensamos que será así. Y en cualquier caso, por lo que pueda pasar, tampoco digo si me refiero a la economía española, le europea, la mundial... Es decir, la nueva teoría del gobierno es la de la Divina providencia. Obama proveerá.]

Hay que hacer cosas, sí [5 segundos de asentimiento de derecha a izquierda mientras escruta el auditorio en busca de respaldo] pero la superioridad de hacerlas con acuerdo me parece incuestionable antes de incorporarlas unilateralmente a través de una ley.

[Traducción: no me cogeréis vivo en este jardín, eso ya lo dejamos para la siguiente legislatura si eso. O no.]

21.11.09

Gracias crisis


[La canción aparecía en Forrest Gumb (1995). Mi amiga R. no se acordará, pero la vimos en los desaparecidos Minicines de Fuencarral 126 un viernes de depresión antes de selectividad. Ahora parece una lejana pesadilla, como nos parecerá este momento dentro de años]


To everything - turn, turn, turn
There is a season - turn, turn, turn
And a time for every purpose under heaven
A time to be born, a time to die
A time to plant, a time to reap
A time to kill, a time to heal
A time to laugh, a time to weep
To everything - turn, turn, turn
There is a season - turn, turn, turn
And a time for every purpose under heaven
A time to build up, a time to break down
A time to dance, a time to mourn
A time to cast away stones
A time to gather stones together
To everything - turn, turn, turn
There is a season - turn, turn, turn
And a time for every purpose under heaven
A time of war, a time of peace
A time of love, a time of hate
A time you may embrace
A time to refrain from embracing
To everything - turn, turn, turn
There is a season - turn, turn, turn
And a time for every purpose under heaven
A time to gain, a time to lose
A time to rend, a time to sew
A time to love, a time to hate
A time of peace, I swear it's not too late!

[The Byrds, Turn Turn Turn]

20.11.09

A poet of no words


[Me encanta cuando dice "Christopher Marlowe at your service".
Y la película. Todas las dimensiones, históricas o de ficción, encajan perfectamente ayudadas por la música]

16.11.09

Para no pensar en trabajo

[Cogiendo ideas de la chica de Alcobendas]

Estoy harta de trabajar, pensar en trabajo y escribir sobre trabajo.
Cosas sencillas que quiero: 4 kilos menos (bueno, 5 tal vez), una cazadora de cuero, botas altas.
Mi Maserati... Mi reino por un Maserati.
¿Cómo voy a llegar si no al Palacio da Pena por carreteras sinuosas a toda velocidad?
Una cena a la luz de las estrellas, un cuarteto de cuerda tocando en el patio. ¿Se verá la costa iluminada desde allí?

[¡Fiesta! Borrachera. Paso de todo. Maserati]

Reconocimiento


["You're so-o ambitious, aren't you?"]

Lecter: I would not have had that happen to you. Discourtesy is unspeakably ugly to me.
Clarice: Then do this test for me.
Lecter: No. But I will make you happy. I'll give you a chance for what you love most.
Clarice: And what is that, doc?
Lecter: Advancement of course, listen carefully.

2.11.09

Abuelos de nuestra historia

[En La Cabina (1972) de Antonio Mercero]

¡Ha muerto José Luís López Vázquez! Igual soy rancia, pero me encantan los actores de las películas clásicas españolas, y López Vázquez en especial. Me da lo mismo si mucha gente las considera españoladas casposas, vistas en retrospectiva dicen mucho sobre cómo somos, porque nunca pierden ese punto burlón sobre las paletadas en las que todo español termina cayendo. Es más, son bastante más auténticas que los giros manieristas y autocompasivos de épocas más modernas. Estoy pensando en un bodrio infumable llamado Segunda Piel (que además fui a ver al cine, dinero tirado a la basura que aún me escuece). Desde aquella vez sólo una vez he visto una peli española en sala que me haya gustado, Crimen Ferpecto. Pero es que Alex de la Iglesia es de los poquitos que no ha sustituido el sentido del humor por hinchazón ególatra manchego-hollywoodiense.

José Luís López Vázquez podía ser irritante, gracioso, podía interpretar caricaturas de personajes o sacar personajes de una caricatura. Tenía aspecto de funcionario gris, de empleado de gestoría prejubilado, pero lo mismo terminaba cantando como un yeye con peluca y todo (¿quién no sabe imitar sus movimientos nerviosos, casi eléctricos, y su voz estridente cuando se hacía el histérico?) que era todo contención en sus películas más serias. Conseguía que ni nos fijáramos en su físico siquiera, porque lo mismo se ligaba una sueca que era una enfermero ahorrando para comprarse un piso con su novia de siempre: era una entidad, y aunque sé cómo es su cara, si me fijara en sus rasgos uno por uno seguro que me sorprenderían. Pero sobre todo era divertido, y está tan entrelazado con mis recuerdos domésticos como un tío abuelo famoso.

[De Operación Cabaretera (1967), con Gracita Morales]

1.11.09

Mistificaciones y ramificaciones

[El tal Fadrique debió ser Friedrich allá en Suiza: los primeros maestros de la imprenta fueron centroeuropeos. Gutenberg era de Maguncia y pasó algún tiempo en Estrasburgo, no lejos de Basilea. Alrededor de 1475, Caxton (que había pasado 30 años en Brujas trabajando, probablemente en imprentas) publicó el primer libro impreso en inglés, nada menos que Canterbury Tales de Chaucer]

Una de las cosas que más me gusta de viajar por la vieja Europa (especialmente por la vieja España, ya que la conozco un poco mejor) es que siempre se tropieza uno con lugares cargados de historia. Lugares en los que (a veces de forma imaginaria) han ocurrido cosas apasionantes, tanto para lo bueno como para lo malo. A veces uno sabe de antemano lo que va a encontrar y la anticipación es digna antecesora de la satisfacción que se siente al tocar con las manos el lugar: eso me ocurrió cuando en Pisa llegué a la Piazza dei Cavalieri y vi dónde había estado la torre en la que Ugolino de la Gherardesca murió de hambre (Dante lo situa en el Antenora royendo el cráneo pelado del obispo Ruggieri, responsable de su castigo). Otras se trata de descubrimientos: una simple placa conmemora el acontecimiento, y no se sabe que esa marca espera agazapada tras la esquina hasta que se tiene frente a los ojos.

Me pasó en Burgos hace 3 semanas: después de sacar unas fotos de la fachada de la catedral subí las escaleras que rodean la plazoleta (quería ver el retablo de piedra de la iglesia de S. Nicolás, siglo XIV), y en la puerta del Mesón del Cid me sorprendió encontrar este recuerdo del lugar en el que se imprimió la edición burgalesa de La Celestina (1499). A pesar de no ser la única edición (ni versión) del texto, se tomó como fecha para celebrar el 5° universario de la publicación de la obra de Fernando de Rojas (y otros). Aunque, como me acabo de enterar por este artículo de Francisco Rico, la elección es arbitraria y consensuada, ya que no se sabe con certeza que la de Fadrique y Juan fuera de veras la primera. Mistificaciones o, si queremos ser más justos, simplificaciones: los detalles quedan difuminados cuando se vuelve la vista atrás tantos años. Y ramificaciones, porque tantos temas parecen desarrollarse lateralmente de este tronco...

Como repetía en cada clase uno de mis profesores, "cultural revolutions don't happen overnight". Para esta entrada he estado buscando información en una horquilla de 150 años, y podría remontarme aún más, tanto como me apetezca buscar o relacionar. Burgos (Caput Castellae allá por el año 884, capital del reino de Castilla y León en el 1035) fue unos de los núcleos castellanos más importantes en la edad media por múltiples razones. Tuvo muy pronto impresores, pero es que entre los años 1091 y 1109 (apenas 400 años antes) los monjes Domingo y Munio con la ayuda del prior Don Pedro (iluminador) copiaron en Silos uno de los manuscritos más famosos del Beato - que José Bonaparte robó y terminó en la National Library de Londres . Parece ser que el comercio de la lana (Burgos controlaba gran parte del mercado exterior de esta industria castellana) fue lo que la colocó en situación priviligiada para las relaciones con Flandes y el resto del imperio germánico. Tanto que la biblioteca municipal de la ciudad guarda una de las biblias originales de Gutenberg. Dante, el Beato de Silos, las catedrales... La historia europea entre el año 1000 y el 1500 me tendría buscando en internet 3 horas más. Y siempre me hace sentir el joven Adso, cándido espectador.

[La catedral de Burgos, justo enfrente.
Fadrique y Juan la conocieron ya con las dos agujas al estilo Colonia]