22.9.10

There's a certain slant of light

[Madrid es una ciudad llena de defectos, pero tiene unos cielos increíbles.
Nunca son iguales de un día para otro, nunca son planos ni neutros.]
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[Al atardecer hasta el ministerio de Sanidad de la calle del Prado puede llamar la atención]
No estamos en invierno, pero la luz del atardecer, especialmente los domingos (que es cuando me suelo sentar a pensar frente al ordenador) ya va anunciando la melancolía que me invade según se acortan los días. Me encanta el otoño. Cuando tenía 16 o 17 años lo llamaba "la época en la que pasan cosas", refiriéndome en los idilios nunca realizados que soñaba con vivir al empezar cada curso. Jeje, es gracioso hasta cierto punto. Menudo personaje debía ser entonces, qué ganas de creer tenía. Is it perfume from a dress that makes me so digress?

Emily Dickinson no tenía cámara de fotos, y yo no tengo la habilidad de describir el sentimiento con pluma y papel. Pero últimamente el paisaje tiene tendencia a hacer que algo invisible me golpee en el pecho. Si llevo el móvil conmigo trato de sacar una fotografía, así tal vez algún día pueda ponerle cara a lo que ella describe en su poema: "'Tis the seal, despair´- / An imperial affliction / Sent us of the air".
[Edificio de Telefónica en Las Tablas, también conocido como Destierro C.
¿Así se sintió Frodo frente a las puertas de Mordor?
Me hace pensar en Close encounters of the third kind, y la melodía marciana.]

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