27.7.09

Amarrados a la noria

[Rosebery Avenue and Farringdon, Londres.
Nueva versión de "Saturno devorando a sus hijos"]

Grande es el deseo de amor en el hombre, hunde sus raíces hasta profundidades asombrosas, y sus múltiples raicillas se afincan en la materia misma del corazón. A pesar de la avalancha de humillaciones que constituía su vida cotidiana, Brigitte Bardot tenía esperanzas y esperaba. Probablemente sigue teniendo esperanzas y esperando. En su lugar, una víbora ya se habría suicidado. Los hombres no temen a nada.

[M. Houellebecq 2008 Ampliación del campo de batalla. Barcelona: Anagrama. Pg.103]

Exacto, decepción. Creen que si me complacen, sobrevivirán. Se adaptan a mis reglas. Empiezan a confiar en mí, desarrollan una complicidad conmigo y, hasta el último momento, esperan que esa complicidad signifique algo. La decepción surge cuando de repente descubren que han sido engañadas.

[S. Larsson 2008 Los hombres que no amaban a las mujeres. Barcelona: Destino. Pg.515]

Dos frases que están lejanamente relacionadas con una sensación horrible que he tenido hoy. He vuelto al trabajo como un lunes más, me he enterrado en la rueda imparable como cada día. Tengo 6 o 7 tareas pendientes que me preocupan bastante, ¿y por qué sigo adelante? Porque tengo la esperanza de que sí consigo que las cosas salgan bien alguien se fijará en mí y me rescatará del Malebolge.

¿De dónde sacaremos los humanos esas fantasías estúpidas? Y lo que es peor ¿cómo es posible que nos arrastren con semejante fuerza?.

26.7.09

17.7.09

¿Y si después no hay nada pero antes tampoco?

[Escritores, gente extraña. Nadie en su sano juicio se habría dejado fotografiar así. Pero Arrabal y Houellebecq están hechos de otra pasta.]

He vivido tan poco que tengo tendencia a pensar que no voy a morir; parece inverosímil que una vida humana se reduzca a tan poca cosa; uno se imagina, a su pesar, que algo va a ocurrir tarde o temprano. Craso error: Una vida puede muy bien ser vacía y a la vez breve. Los días pasan pobremente, sin dejar huella ni recuerdo; y después, de golpe, se detienen.

Otras veces tengo la impresión de que conseguiría instalarme de forma estable en una vida ausente. Que el hastío, relativamente indoloro, me permitiría seguir llevando a cabo los gestos habituales de la vida. Nuevo error. El hastío prolongado no es una posición sostenible: antes o después se transforma en percepciones claramente más dolorosas, de un dolor positivo; es exactamente lo que me está pasando.

[Michel HOELLEBECQ 2009 Ampliación del campo de batalla. Barcelona: Anagrama. Págs 55-56]

6.7.09

Feeling funky late at night


[Siempre me hace gracia el público de aquellos años. Cómo bailan]

Al pesar del día que he tenido aún me queda energía, no sé de dónde sale. Después de una temporada de improductividad completa (parálisis mental desde primera hora de la mañana) hace unos 15 días empecé a despertar del letargo. Vuelve a funcionar la vieja inyección de adrenalina, vuelvo a terminar cosas,vuelvo a sentir mi mojo palpitando en las venas. Hoy no teníamos red y eso me ha obligado a retomar tareas que tenía pendientes desde hacía muchísimo tiempo. Claro que, sin accesos a nuestra base de datos, internet, y a ratos el teléfono, mi cerebro reptiliano se ha tenido que emplear a fondo para sobrevivir. Hasta qué punto nos han maniatado las líneas, dan ganas de atacar la Estrella de la Muerte de todo este establishment y retirarse a Ibiza forever after.

Aunque no me siento particularmente zen, soy un tigre enjaulado que baila con el mismo nervio que Sly Stone. Carnivora. Ibérica. Fea, católica y sentimental.

5.7.09

Julio y las comidas de despedida

[Il Pastaio, C/ Ríos Rosas 49. Con su tiendecita de pasta fresca]

No sé si es una costumbre extendida en otras ciudades/países, pero Madrid, aparte de tener la ineludible cena de Navidad que dispara los ingresos de los restaurantes en diciembre (porque al final tienes la del trabajo, la de tus amigos y si te descuidas la del gimnasio, el club de ajedrez y la panadería) sigue la tradición no escrita de las cena pre-vacacionales. Los grupos de amigos se ven mucho menos en verano, y antes de que cada uno migre a un lugar distinto suele organizarse una comida, cena o salida de despedida. Así que el viernes fui al Wagaboo de General Martínez Campos (ya conocía el de Gravina y el de Ayala), ayer hice la gira tradicional por Ponzano (que merece entrada aparte), y hoy he comido en Il Pastaio de Ríos Rosas.

Tres ambientes bastante diferentes, que es lo que me gusta: cada vez estoy más convencida de que hay que probar todas las cosas que hay en la carta, aun a riesgo de estallar las costuras justo ahora que hay que ir medio desnuda. Sea. Que me quiten lo bailao: hoy he tomado una ensalada caprese buenísima, y los linguini al nero di sepia (o algo así). Los platos son gigantes en este pequeño restaurante, por poco no llego al tiramisú especialidad de la casa. El restaurante es famoso, entre otras cosas, porque Leticia llevó al príncipe a cenar mientras estaban en la fase de cortejo. Me pregunto si ella fue capaz de terminarse su plato, ahora seguro que no podría: hace dos meses coincidí con ellos en un cine y no creo que pese más de 48 kilos.

Al hilo de los pesos y volúmenes, ahora estoy tumbada en el sofa, terminando la digestión como una boa constrictor y mirando como mis muslos se inflan por momentos. ¡Dichosos escesos veraniegos y dichoso calor! En realidad sólo me arrepiento del saté del viernes: me parecio grasa de pollo con salsa barbacoa, cuando debería haber sido una brocheta de pechuga con salsa de cacahuete.

Navegadores


[Un poco infantil, pero mi obsesión con los gatos es demasiado fuerte]

En mi antiguo ordenador de sobremesa utilizaba Firefox y desde que tengo el portátil me estoy conformando con IE, al que tengo cierta manía. No es una manía con base racional (en esta misma discusión no hace mucho, había quien aportaba argumentos bastante más sólidos, del tipo velocidad, estabilidad etc.) es sólo que detrás de la "e" veo la mano siniestra de Bill Gates anticipando Skynet.

Ahora que aparecen avisos de Google Chrome por cada rincón siento curiosidad, pero también prevención: Google es demasiado grande y prefiero no darles más de lo que ya tienen (que seguramente es demasiado). Ya me fastidia bastante que aparezcan esos anuncios relacionados con los contenidos de los correos que recibo por gmail (creo que voy a investigar si se puede deshabilitar de algún modo). Mientras dejo dos vídeos relacionados con el tema: el primero es un vídeo promocional de Chrome (me ha hecho gracia el gatito, como es obvio), y el otro es el ya clásico de Enjuto Mojamuto e Internet Plorer.

["Señor, qué navegadores..."]


3.7.09

destinolibro 164

[Lo único que he conseguido robar al mayor de los tacaños]

Ahora que viejo y fatigado voy, perdido con los años el amable calor de la moza fantasía, por veces se me pone en el magín que aquellos días por mí pasados, en la flor de la juventud, en la antigua y ancha selva de Esmelle, son solamente una mentira; que por haber sido tan contada, y tan imaginada en la memoria mía, creo yo, el embustero, que en verdad aquellos días pasaron por mí, y aún me labraron sueños e inquietudes, tal como una afilada trincha en las manos de un vago y fantástico carpintero. Verdad o mentira, aquellos años de la vida o de la imaginación fueron llenando con sus hilos el huso de mi espíritu, y ahora puedo tejer el paño de estas historias, ovillo a ovillo.

[A. CUNQUEIRO 1986 Merlín y familia. Barcelona: Eds. Destino. Pg. 9]

El domingo pasado, cuando todos se dispersaron en busca de cama y sofá después de la comida familiar, estuve dando vueltas por la casa. No había mucho que hacer, y buscando algo para entretenerme encontré en la estantería de mi antiguo cuarto un libro ya viejo, de los que tuve que leer en el colegio. De pronto un montón de recuerdos surgieron de la nada, recuerdos que probablemente, como dice el prólogo de Merlín y familia, son más imaginados que reales de puro trillados. Me gustó mucho leer aquel libro en su momento (y eso que era difícil poder seguir el hilo en clase: cuando tienes 15 años y todos tus compañeros están en pleno brote de picores, cada palabra se carga de sentidos sexuales), ahora me gusta incluso más.

Un par de capítulos y estoy de nuevo en la mágica selva que acoge a Merlín y doña Ginebra. ¡Qué idea genial la de ubicar el retiro del viejo mago en Galicia! No se me ocurre otro lugar mejor para esas aventuras. Aunque esa Galicia de la que habla Cunqueiro haya sido engullida por el nuevo milenio junto con mi propia historia.

2.7.09

Madness

Alan sintió que volvía a llenarle la cordura. Era un asunto extraño, la cordura. Cuando uno estaba privado de ella, no se daba cuenta. No notaba su ausencia. Sólo la percibía de verdad cuando la recuperaba, como una rara ave silvestre que vivía y cantaba dentro de uno, no por decreto, sino por elección.

[Stephen King 2005 La Tienda. Barcelona: Ediciones B. Pag. 948]

Acabo de terminar La Tienda, de Stephen King (Needful Things). Y aunque al final éstaba enganchada pero algo aburrida, no me ha parecido tan mal. No he leído nada de King que supere El Resplandor (que además fue el primero que leí, y también una de las pocas películas de terror que vi en mi infancia), pero es agradable sumergirse de vez en cuando en la atmósfera familiar de sus libros. Hace que Nueva Inglaterra siga siendo una selva salvaje y amenazadora de la que emergen las ciudades-pueblo como pequeños puntos de luz. Y eso me gusta, y en eso me puedo dejar llevar. El mal está fuera de nosotros, viene generalmente de la oscuridad que rodea los remansos de civilización, pero sólo tiene poder sobre los que ya carga con la semilla contaminada. Los demonios de King sólo desencadenan tragedias que ya se han madurado.

Suena familiar, especialmente estos días. Ahora que en el trabajo las partículas parecen cargarse de electricidad conforme pasa el día como si todos nos estuviéramos preparando para el tornado, hay quien cede a la presión y va perdiendo la cabeza. La crisis puede tener parte de culpa, pero hay un montón de grillados por ahí y un día de estos alguno va a perderse definitivamente. El caso más preocupante es el de nuestra Alex Forrest particular. Pero prefiero no tener que recordar todo el tiempo que he perdido hoy buscando frenéticamente en una archivo de 2006 y tratando de enmendar una fractura irreparable en el equipo. En los libros de King siempre hay un momento final de comprensión en la locura, aunque sea breve. la vida real no depara esos lujos.

Las ganas del rap


[Violadores del verso, Ninguna chavala tiene dueño]


El placer no está en follar. Es igual que con las drogas. A mí no me atrae un buen culo, un par de tetas o una polla así de gorda; bueno…, no es que no me atraigan, claro que me atraen, ¡me encantan! Pero no me seducen, me seducen las mentes, me seduce la inteligencia, me seduce una cara y un cuerpo cuando veo que hay una mente que los mueve que vale la pena conocer. Conocer, poseer, dominar, admirar. La mente, Hache, yo hago el amor con las mentes. Hay que follarse a las mentes.

[Dante en Martín Hache (1997)]