30.6.10
Summer readings
29.6.10
Teléfono nuevo
Hoy he tenido que pelearme con miles de ciudadanos a los que esos sinvergüenzas del Metro han dejado en tierra, y todo porque hoy, precisamente, me daban mi nuevo teléfono del trabajo. Mi pequeño y sencillo Nokia 3120 classic de Movistar sustituído por un flamante 6700 de Orange. Estoy bastante contenta, incluye todo lo que necesito e incluso tiene mapas. Creo que todavía puedo esperar un poquito más antes de abandonar mi N73.
Playing John The Baptist in Paris
Oh ! Votre voix sonnait brève, lente ou pressée,
Suivant les passions et les rhythmes divers,
Puis, s'échappant soudain légère et cadencée,
Sautait, comme un oiseau, sur les branches du vers !
Moi - j'écoutais - perdu dans de lointains concerts,
Ma pauvre poésie à vos lèvres bercée :
Heureux de voir glisser mon âme et ma pensée
Dans votre souffle ardent qui remuait les airs !
Et j'oubliai bientôt - pardonnez mon délire -
Paulus et Mélaenis, Commodus et l'empire,
Pour regarder les plis de votre vêtement,
Votre front doux et fier, votre prunelle noire,
Songeant que j'étais fou de réveiller l'histoire,
Quand j'avais sous les yeux un poëme charmant !
24.6.10
Apagando
Twilight fades
Through blistered avalon
The sky's cruel torch
On aching autobahn
Into the uncertain divine
We scream into the last divide
[...]
Lately I just can't seem to believe
Discard my friends to change the scenery
It meant the world to hold a bruising faith
But now it's just a matter of grace
A summer storm graces all of me
Highway warm sing silent poetry
I could bring you the light
And take you home into the night
[The Smashing Pumpkins, To Sheila]
The TV is my America
[Perdón por los anuncios, si hay alguno. Cosas de Vevo]
What a drag it is
The shape I'm in
Well I go out somewhere
Then I come home again
I light a cigarette
'Cause I can't get no sleep
Theres nothing on the TV nothing on the radio
That means that much to me
All my life
Watching America
All my life
There's panic in America
Oh Oh Oh, Oh
There's trouble in America
Oh Oh Oh, Oh
Yesterday was easy
Happiness came and went
I got the movie script
But I don't know what it meant
I light a cigarette
'Cause I can't get no sleep
Theres nothing on the TV nothing on the radio
That means that much to me
Theres nothing on the TV nothing on the radio
That I can believe in
All my life
Watching America
All my life
There's panic in America
Oh Oh Oh, Oh
There's trouble in America
Oh Oh Oh, Oh
There's panic in America
Oh Oh Oh, Oh
Yesterday was easy
Yes I got the news
When you get it straight, but stand up you just can't lose
Give you my confidence, all my faith in life
Dont stand me up
Don't let me down
I need you tonight
To hold me, say you'll be here
To hold me, say you'll be here
To hold me, say you'll be here
To hold..
All my life
Watching America
All my life
There's panic in America
Oh Oh Oh, Oh
she's lost in America
Oh Oh Oh, Oh
Tell me how does it feel?
Tell me how does it feel?
Tell me how does it feel?
Tell me how does it feel?
[Razorlight, America]
[Edificio Vitalicio, calle Alcalá. Parte de mi América]
23.6.10
32 o 12
Hmm. Not in the mood for long, deep, pretencious entries today. 10 paradojas que resumen el estado de bloqueo en el que vivo.
-Me he independizado, pero todavía me siento mal si mi madre me hace una visita y me dice que limpie.
-Me levanto temprano y me paso el día en pijama.
-Me han quitado un jefe de encima pero soy más dependiente que antes.
-Mi trabajo consiste en organizar, y mis cosas están en un caos total.
-Tengo que hacer la declaración de la renta, pero estoy deseando que alguien venga con una calculadora a quitarme esa tarea de las manos.
-Quiero cambiar de teléfono y conexión de internet, pero leer las ofertas me arranca irreprimibles bostezos.
-Cuantas más tareas tengo pendientes, menos hago.
-En el peor momento para perder el trabajo, más odio el mío y más querría librarme de él.
-Quiero escapar de este vórtice cósmico y no soy capaz de planear las vacaciones.
-Quiero vivir, y quiero morir, construir y destruir, despertar y dormir, dirigir y seguir.
Y lo peor: la entrada de este blog es "32 o 12" porque tengo una edad y actuo como si tuviera otra... Pero lo cierto es que tengo 33 años. ¿Encima estoy en la fase de negación?
21.6.10
Manhattan corriente y moliente
Ayer estuve en una exposición que me apetecía mucho ver pero me dejó totalmente indiferente. Manhattan, uso mixto, tal y como lo describe el museo en este enlace parece algo especial que uno quiere descubrir y conocer. Mi experiencia fue un progresivo desencanto conforme iba caminado por las salas. Me encanta la fotografía en blanco y negro, pero cientos de tomas de lo secundario, residual o incluso ruinoso me cansaron rápidamente. Por algún motivo el dilapidado muelle 18 no me emocionó - ¿quién disfruta de los barrios bajos de Gotham sin más? Podía ser Manhattan, Bristol o Singapur.
Tres salas me resultaron un poco más interesantes. La primera es la de las dos fotografías: un montaje de diapositivas en color. Las dispositivas son uno de los formatos que he echado más de menos con el tiempo. Los cañones superdefinidos ni se acercan a los colores ricos, de vidriera, que los proyectores lograban sacar de las colecciones de Cousteau de mi padre. Ni pueden reproducir tampoco los tonos apagados y casi sepia de las diapositivas ocheteras que Cuéntame imita.
Las otras dos series eran también de fotografías en color: una bola del mundo apostada en ventanas de distintos edificios por un lado, kioscos de prensa por otro. Personalmente prefiero las fotos de cabinas de teléfono, pero reconozco que los puestos de prensa tiene también su punto - imposible no pensar en el de Watchmen. Tal vez no sean demasiado especiales, pero al menos esas tres salas mostraban algo concreto y con un enfoque estético que podía compartir.
[Saqué una foto a la descripción de la sala, pero está tan borrosa que no puedo distinguir la galería de Berlín que ha cedido la obra, pity.]
20.6.10
The blot
Creo que fue Peter Ustinov quien dijo "las últimas palabras que se escucharán antes del fin del mundo serán las de un científico diciendo es técnicamente imposible". Es una frase que me vino a la mente la semana pasada cuando se publicó la sentencia sobre la explosión en Bhopal, pero podría aplicarse también a otra de las manchas indelebles en el historial empresarial de la humanidad. Lo de BP en el Golfo de México no deja de escalar, implacable chapapote...
Pero a pesar de su naturaleza pegajosa y destructiva, no deja de sorprenderme el poco eco que se ha hecho la prensa española de las críticas que se están vertiendo al otro lado del Atlántico sobre la gestión que Obama ha hecho de la crisis. Hemos podido leer que estaba buscando un trasero a patear en la petrolera, pero los diez días que se pasó dándo la espalda a sus propios "hilillos de plastilina" no están mal, cuando lo encuentre tal vez sea el suyo propio. Se podría suponer que un país que abrió los telediarios un día sí y otro también con las manifestaciones del "nunca mais" sería sensible a una tragedia similar. Pero para eso habría que suponer muchas otras cosas, como medios de comunicación imparciales o valores firmes en alguien como Javier Bardem, por ejemplo. Casi se diría que acude a los estudios en LA con la boca cosida, no vaya a soltar algún discurso incómodo sobre Cuba o Irak.
En cualquier caso, ni Obama ni Bardem eran lo que más me interesaba cuando vi el cartel. Fue la idea de matar a los ídolos, un pensamiento recurrente. Todo surgió a propósito de una entrada sobre Javier Marías que publiqué hace poco. Justo al terminarla, y casi por casualidad, estuve echando un vistazo a la lista de blogs que sigue Enrique Vila-Matas, y en uno de ellos se aludía a la "agria polémica" que los detractores de Marías crean siempre que pueden. Yo debo estar en babia, porque ni sabía que Javier Marías tenía detractores (y creo que eso describe bastante bien la situación). El caso es que, sin apenas plantearme porqué, estaba empezando a venerar a Marías, a pesar de que si tengo que hablar con sinceridad, he leído un par de libros suyos y ni siquiera podría decir que me parecieron geniales.
¿Pero por qué no me había cuestionado si de verdad es Marías el gran escritor que a la mayoría se le antoja? ¿Por qué no había analizado esa vaga sospecha, esa sorda protesta que por lo bajini se me insinuó cuando leí Corazón tan Blanco? Sabía que algo no iba bien. Cuando leí aquel libro me encantó la idea del contagio que impregna e inspira la novela, especialmente porque sale de donde sale (good old Shakespeare). Y a pesar de todo empecé a sentir una reverencia un tanto irracional por el escritor (especialmente irracional porque rara vez he leído una columna suya en El País Semanal y he sentido que el artículo era memorable. Es más, rara vez lo he terminado). Y de pronto entré en La Fiera Literaria y no sólo se me saltaron las lágrimas de la risa, además escuché a esa propia voz mía , amordazada hasta entonces decir "pues es verdad".
Antes de subir a nadie a los altares debería obligarme a releer El Traje del Emperador.
El día europeo del pardillo
Un domingo más estoy en mi terraza intentando construir una entrada. Las buenas ideas que durante el fin de semana han ido visitando mi listado mental de temas se han borrado de repente, y me encuentro, una vez más, bloqueada ante el rectángulo en blanco de este post. Tal vez estar tomando el fresco bloquee mi sensibilidad bloguera, aunque más bien se trata de un efecto secundario del cocktail de antihistamínicos, Ibuprofeno y Flixotide que he tenido que atizarme a lo largo del día.
Sacando fuerzas de flaqueza, y porque el tema lo merece, consigo ponerme a la tarea de describir el otro cocktail Molotov que me preocupa estos días. Hace un par de semanas, y no puedo decir que de improviso, porque en la organización colador que es mi empresa todo se sabe antes de tiempo aunque sea de forma adulterada, me enteré de que a mi jefe directo le habían dado una patadita lateral. Triste por mi jefe, que es un buen tipo y probablemente no se lo merece, pero eso nos daba mi compañera de departamento y a mí una oportunidad. En una conferencia casi improvisada, la jefa del equipo nos lo vendió como una "reorganización de las prioridades del área", en la que supuestamente nos convertiríamos en responsables de las tareas que hasta ahora coordinaba mi ¿ex-jefe? Fue una conversación tan breve y vaga que le escribí un correo pidiéndole más datos. Concretamente, y con otras palabras, claro está, preguntándole si darme más trabajo y responsabilidades se iba a traducir en una subida de sueldo.
Pues como es de suponer, después de darme largas 10 días, por fin me llamó para decirme que no en un enrevesado monólogo sobre el profundo análisis que está llevando a cabo de las peticiones de todo el mundo y la delicada tarea de reasignar recursos a las distintas secciones, todo ello bien aderezado con quejas sobre la crisis y lamentos sobre lo dura que está siendo para la empresa. Yo ya estoy harta de que me cuenten historias y ésto no era más que un trámite (daba por hecho que me iban a exprimir un poco más por lo mismo) pero aún así estoy furiosa. Llevo furiosa dos semanas, desde que me lo dijeron. Este eterno día en bucle, esta parodia del día de la marmota en que se ha convertido eso de encender el ordenador para trabajar me tiene quemadísima. Lo que me cabrea de verdad es que toda la culpa es mía. Debería trabajar sólo lo que me pagan, o buscarme un trabajo en el que me paguen todo lo que trabajo. Al final esa va a ser la único opción para largarme a algún sitio mejor o tener elementos para renegociar el sueldo.
Septiembre es la fecha que me ha dado para volver a hablar de este tema. Hasta entonces, miles de acciones pendientes, empezando por hacer la declaración y cambiar completamente mi enfoque en el curro. Ya se acabó eso de hacer el pardillo, ni una sola tarea más sin sacar rendimiento personal, ni una sola colaboración más por ser buena compañera, ni un solo trabajito más en el anonimato. Iba a a escribir "ni un solo minuto más regalado", pero no estoy todavía en esa etapa. Escucho una canción de Lori Meyers curiosamente apropiada:
Se encuentra perdida en busca de su rol
y reza por que esté muy cerca,
tendrá cosido el corazón
con plata y oro en finas hebras.
Siéntate aquí, puede ser que me quede corto,
que conseguir tu nivel es algo de locos,
para intentarlo prevalece un orden algo extraordinario.
Sal ya de aquí, párate, reflexiona un poco,
sin diccionarios, ni palabras y con hechos demostrados.
Me da pena mirarla, ella busca su rol, sonrisa en la mirada.
Estoy enfadada porque no sé qué quiero ni hacia dónde voy.
[Un antiguo edificio de Telefónica en la calle Ríos Rosas. Siempre me hace pensar en pesadillas como Logan's Run, 1984... La foto es mía.]
15.6.10
En el ocaso de un modo de vida
[Algunas veces los vídeos amateurs son capaces de llegar mucho más allá que los comerciales]
When the night comes
And you lay your weary head to rest
No more trials no tests
When the night comes.
When the night comes
You don`t have to be afraid
Of any choice you made
When the night comes.
Don`t be afraid
You`re only dreaming
Don`t be afraid
You`re only dreaming
When the night comes
The headlines read
Whatever`s in your dreams
When the night comes
When the night comes
And you lay by the one you love
The one who knows you
and the things you do
When the night comes
Don`t be afraid
You`re only dreaming
Don`t be afraid
You`re only dreaming
When the night comes
When the night comes
[Dan Auerbach, When the night comes]
13.6.10
Lechugas - un sorprendente éxito
La semana primaveral que hemos tenido (lluvia, viento, máximas de 15 grados) le ha sentado bien al huerto urbano. Todas las lechugas han pegado el estirón, particularmente la verde. Ha sido tal éxito que tuve que enviarle un SMS a R&J, que gentilmente me cedieron los plantones. Estoy pensando qué hacer, tal vez organice una cena en casa. Poder cocinar algo que uno ha cultivado tiene que ser una satisfacción especial. Las simples tareas de regar, abonar poner al sol ya son un placer. Después de tener gato, ninguna afición me había enganchado tanto.
11.6.10
La corresponsalía chilena
Me han enviado unas fotos de algún lugar del sur de Chile (he preguntado el nombre, pero aún no tengo la respuesta). Estas cosas me dan envidia, no lo puedo evitar. Encerrados en cubículos o hacinados en las interminables praderas de ordenadores y teléfonos. Así pasamos la vida. O la perdemos, qué se yo.
Detrás de esas montañas están los verdes prados de Chile - la conocida frase de Canessa resume la esperanza de algunos que también andamos perdidos. No estaría mal poder saltar del pixelado fondo de pantalla de Windows a estas desconocidas gargantas.
2.6.10
El olor de las noches de verano
[Matt Pond PA, The summer is coming]
[Mi terraza necesita jazmín, ahora que se marchita el diente de león]
1.6.10
Yerbajos
[Nunca me había fijado en que las compuestas empiezan con pocos pétalos, y la corola se va completando día a día conforme nuevos círculos se van abriendo hacia el centro]
[Y al final todo queda en vilanos. Las plantas no se complican para propagarse]