6.2.10

Buenos propósitos para el nuevo año (chino)

[Yllana consiguió reunir al menos a 6 personas, casi un record]

Todos los años los mismos propósitos inalcanzables: trabajar menos, hacer más cosas, saborearlas con intensidad (si es que lo releo y no me lo creo ni yo, parecen frases hechas sacadas de un artículo de Cosmopolitan). Ya ha pasado un mes del nuevo año y yo sigo en la misma deriva. Peor. Lo único que estoy cumpliendo es intentar ver más a mis amigos, y de vez en cuando consigo embarcarme en un plan interesante. Los buenos propósitos parecer estar pensados para quedarse en el tintero - al menos esa fue mi impresión cuando los estuvimos comentando anoche entre cervezas, porque nadie había conseguido cumplir los suyos. De común acuerdo al menos conseguimos hacer uno que esperamos seguir: volver a retomar todas esas ideacas para una vida mejor con el Año nuevo chino. Será el año del Tigre - ¿debería hacerme un tatuaje como Emu O'Hara?

El evento que nos reunió (al 50%) fue Brokers, la última obra de Yllana. Hace una semana vi en la tele que iban a estar dos semanas en los Teatros del Canal y por una vez tomé la iniciativa para comprar las entradas, ya me he perdido demasiadas cosas por culpa del "luego lo miro", comodín usado para matar impulsos en su misma cuna. Y la verdad es que me gustó bastante, al menos me reí un montón, que falta me hacía. Los sketches son agudos e incorporan siempre al público, lo único que eché en falta fue un poco de cohesión y de profundidad: sí, se reconoce a los brokers, pero no se va al grano. ¿Qué tal si hubieran ambientado el número del casino en la bolsa de Madrid, o en una oficina (como en la que trabaja Russel Crowe en Un Buen Año)?. Si hubieran llamado a la obra "ricos" o "pijos" o incluso "concejales", no habría habido diferencia. Por otro lado me sobró el número final, me pareció tan barato eso de sacar la caricatura de Rouco que perdí un poco el interés y el entusiasmo en ese punto. Pero me reí, sobre todo con Antonio Pagudo en el número de la policía, no había imaginado que podía hacer el baile del gusano con esa elasticidad.

[Por cierto, el teatro me encantó, por dentro y por fuera.
Lástima que me despistara y no sacara una foto del interior también]

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