13.4.09

Abelardo y Eloísa

[Único párrafo de la Historia calamitatum que redime a Abelardo.
Y a duras penas, todos sus argumentos son físicos, animales.]

¿Puedo decir algo más? Primero nos juntamos en casa; después se juntaron nuestras almas. Con pretexto de la ciencia nos entregamos totalmente al amor. Y el estudio de la lección nos ofrecía los encuentros secretos que el amor deseaba. Abríamos los libros, pero pasaban ante nosotros más palabras de amor que de la lección. Había más besos que palabras. Mis manos se dirigían más fácilmente a sus pechos que a los libros. Con mucha más frecuencia el amor dirigía nuestras miradas hacia nosotros mismos que la lectura las fijaba a las páginas. Para infundir menos sospechas, el amor daba de vez en cuando azotes, pero no de ira. Era la gracia - no la ira - la que superaba toda la gracia de los ungüentos. ¿Puedo decirte algo más? Ninguna gama ni grado del amor se nos pasó por alto. Y hasta se añadió cuanto de insólito puede crear el amor.

Cartas de Abelardo y Eloísa. Madrid: Alianza Editorial (2007). P.49

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