27.9.11

Negligencias

[Aquí tengo el mantra, de momento. Hasta que la de la limpieza lo descubra]

Hace un par de semanas la cita de mi calendario del trabajo me dejó noqueada. Tengo uno de esos almanaques anticuados en los que hay que pasar la hojas (uno de esos que usaban en las películas antiguas para hacer metáfora del vuelo del tiempo) y cada día trae su frase inspiradora.

Este señor chino, Cho Tsan-King, del que todo lo desconozco salvo su perspicacia, me ha dado la clave, de momento, para nadar en las aguas turbulentas de mi trabajo en estos tiempos. La ligereza, pasar por alto los pequeños detalles decisivos, ha sido mi error siempre.

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