[Synthesizers, neon lights cinderellas and knights in shining armour riding scooters]
Once in a lifetime, the suffering of fools
To find our way home, to break in these palms
Once in a lifetime (Once in a lifetime)
Once in a lifetime
Give me a shot at the night
Give me a moment, some kinda mysterious
Once in a lifetime, the breaking of the roof
To find that our home, has long been out grown
Draw me a life line, 'cause honey I got nothing to lose
Once in a lifetime (Once in a lifetime)
Once in a lifetime
Give me a shot at the night
Give me a moment, some kinda mysterious
Look at my reflection in the mirror
Underneath the power of the light
Give me a shot at the night
Give me a shot at the night
Give me a shot at the night
I feel like I'm losing the fight
Give me a shot at the night
Give me a moment, some kinda mysterious
Give me a shot at the night.
[The Killers, Shot at the Night]
Ciertos motivos me persiguen como una constante este año, y este vídeo parece recopilarlos casi todos. Esta ola retro ochentera hiperrealista que me ha hecho escuchar lo nunca oído por mis roqueros oídos (como Foals, M83 y otros pops bailables) me trae ahora este vídeo de The Killers, que parece un remake de Drive sin biceps de Gosling ni escorpiones. Cambia el escenario (estamos en las Vegas, como si hubieran vendido los derechos al estilo CSI), pero tenemos la misma historia silenciosa, el cuento de hadas que tan pronto toma forma como se desvanece, igual que se despliega una flor nocturna al caer el sol. Es un poco ñoño, pero siempre gusta esta historia de cenicientas. A la canción le falta estrofa y le sobra estribillo, y ni se aproxima a mi favorita, "When you were Young". Esa sí tiene un vídeo que merece la pena, que cuenta una historia.
Hace poco vi Blue Velvet (1986) y me di cuenta de quién tiene parte de la culpa de estas historias oníricas. Lynch parece saber que la esencia del American Gothic reside en que toda apacible ciudad tiene el potencial de convertirse por la noche en Mr. Hyde. Como si la polarización luz/sombra fuera una esencia norteamericana. La polarización existe en nuestra cultura (en España), pero suele ser a plena luz del día, y su sordidez no es gótica ni misteriosa, es más bien ramplona y mezquina, cobarde. Como diseñada para que cualquiera pueda esconderse detrás de un burladero ideológico para justificar un cómodo alineamiento. Cainita, dijo el otro día Pérez Reverte en Salvados.
No hay comentarios:
Publicar un comentario