25.2.11

Venderse

[El nuevo edificio de El Corte Inglés en Raimundo Fdez. Villaverde.
Se quemo el Windsor y han levantado otro. No hay más.]

Sólo hay una cosa peor que tener que entregar un despido: entrevistar candidatos para un puesto. Envidio la suerte de los que pueden entrevistar a gente que ya tiene trabajo, porque la diferencia es notable con los que se han presentado pero no tienen uno, por malo que sea, que los respalde. Estoy tomando todas las notas que puedo de esta nueva casilla de la oca laboral que me toca ocupar, porque la próxima vez que me toque hacer una entrevista espero no cometer los mismos errores que estoy viendo.

El puesto de hoy de verdad queríamos dárselo al chico que se ha presentado. Estábamos decididos, y le habría costado tan poco desequilibrar la balanza a su favor, tan poco. Con que hubiera sido rápido adaptando el enfoque de su CV a las condiciones que le acabábamos de describir. Con que hubiera reorientado los puntos oscuros de su historial haciéndolos parecer algo positivo. No conozco las tretas de recursos humanos para apretar la tuercas a nadie, ni hago esto con mucha frecuencia, pero el puesto que ofrecíamos requiere especificamente capacidad para saltar de pie siempre que se pueda y generar confianza. Y yo no sentía más que simpatía y lástima porque una buena persona no podía hacerlo. O, siendo más positivos, podía hacerlo pero no sabía venderse. Esto es algo que espero recordar en la siguiente entrevista: no es mentira lo que dicen los libros de entrevistas, ni las páginas de internet, ni los gurús gringos. La gente quiere que la convenzas, seduzcas, lleves a tu terreno, sentir que puede confiar en que eres capaz de llevar a cabo lo que se espera de tí.

Qué difícil es ir hacia adelante, qué mal nos han educado para el trabajo. Qué complicado es todo y qué poco tiempo tenemos la mayoría para enderezar las cosas e ir hacia arriba.

23.2.11

Disolución

[Atardecer monclovita, una tarde de hospital]

A birdless heaven, sea-dusk and a star
Sad in the west;
And thou, poor heart, love’s image, fond and far,
Rememberest:

Her silent eyes and her soft foam-white brow
And fragrant hair,
Falling as in the silence falleth now
Dusk from the air.

Ah, why wilt thou remember these, or why,
Poor heart, repine,
If the sweet love she yielded with a sigh
Was never thine?

[James Joyce, "Tutto è Sciolto"]

20.2.11

Otro (tipo de) domingo

[Vistalegre - pabellón de deportes, sala de conciertos, plaza de toros...
y todo en el corazón de Carabanchel]

Una vez al año, más o menos, voy a ver un partido de baloncesto. Aunque en terminos generales soy del Madrid (con menos convicción cada vez, la verdad), prefiero ir a ver al Estudiantes, que es el underdog, tira más de la cantera y tiene que arreglarse con muchos menos fondos. Creo que esto es algo que he escrito en mis dos entradas anteriores sobre baloncesto: siempre que veo un partido se me olvida todo. Casi todo lo que sabía del juego lo borré hace mucho, pero es divertido, sigue siendo divertido: no soporto la lentitud del futbol, y me cuesta mucho ver las jugadas. El ritmo y los tiempos que marcan los bases, aleros y pivots sí puede arrastrarme. Puedo gritar, aplaudir, saltar... y ni siquiera me importa si perdemos. Supongo que me recuerda a mi lejanísima y perdida en la bruma de los tiempos juventud.
[La Demencia vista a través de los flags de Bezoya (aún tengo un par en el bolso)]

Un buen día para celebrar mi 34 cumpleaños, aunque sea con retraso. Primero baloncesto por cinco euros (una entrada por tres kilos de comida para el Banco de Alimentos), más cuatro entradas potenciales para el partido contra el Galatasaray en 2 semanas (al comprar el calendario) y calçotada en Casa Jorge para redondear. Hacía por lo menos 3 meses que no nos reuníamos todos, los nuevos van para arriba y yo me siento más vieja. No solo porque me he enchufado medio porrón de vino nariz arriba en un arranque de torpeza, o por mi innata habilidad para hacer comentarios inapropiados sin pensar (en los que ni creo, aunque los use por jugar a abogado del diablo). Es que soy más vieja. Y que los bebés no lloren cuando los cojo lo demuestra.

[Una pena que no estuviera lleno ni por una buena causa]

15.2.11

A floating echo of our secret voice

[¿Desconchón pintado o espejo?
Oso polar frente a la Escuela de Minas, en la calle Cristobal Bordiú]

[...]
But often, in the world's most crowded streets,
But often, in the din of strife,
There rises an unspeakable desire
After the knowledge of our buried life;
A thirst to spend our fire and restless force
In tracking out our true, original course;
A longing to inquire
Into the mystery of this heart which beats
So wild, so deep in us—to know
Whence our lives come and where they go.
And many a man in his own breast then delves,
But deep enough, alas! none ever mines.
And we have been on many thousand lines,
And we have shown, on each, spirit and power;
But hardly have we, for one little hour,
Been on our own line, have we been ourselves—
Hardly had skill to utter one of all
The nameless feelings that course through our breast,
But they course on for ever unexpress'd.
And long we try in vain to speak and act
Our hidden self, and what we say and do
Is eloquent, is well—but 't is not true!
And then we will no more be rack'd
With inward striving, and demand
Of all the thousand nothings of the hour
Their stupefying power;
Ah yes, and they benumb us at our call!
Yet still, from time to time, vague and forlorn,
From the soul's subterranean depth upborne
As from an infinitely distant land,
Come airs, and floating echoes, and convey
A melancholy into all our day.
[...]

[Matthew Arnold, "The Buried Life" (fragment)]
-
Aunque ya he terminado el libro de Chéjov que estaba leyendo, todavía le doy vueltas tratando de definir qué es lo que lo hace tan especial. Lo que más me ha sorprendido es que sus personajes no sólo son conscientes de su propia vida interior, si no que algunos son capaces de intuir parte de la vida subterránea que fluye por los otros. El narrador omniscente tiene las llaves de todos los joyeros, nada es un misterio para él, y nos descubre las cosas según le interesa desarrollar la historia. Chejov ha perfeccionado el juego, y aparte del narrador, son unos personajes los que nos descubren a otros, a veces con descarnado realismo. Sasha no sólo es un catalizador de las emociones y acciones de Nadya en The Bride, parte de lo que ella descubre a lo largo del relato, él ya lo ha intuido. Pero lo más inquietante es la idea de que igual que cada uno ocultamos parte de nuestra vida, los demás también llevan la procesión por dentro bajo apariencias acorazadas. No deja de asombrarme que podamos convivir considerando la amplias zonas oscuras de lo que no conocemos, lo que tergiversamos, lo mentido, lo imaginado, lo mal expresado y lo peor entendido.

13.2.11

Close encounters of the lost kind


[Una de las canciones más desesperadamente melancólicas que conozco]

Well I hope that I don't fall in love with you
'Cause falling in love just makes me blue,
Well the music plays and you display
Your heart for me to see,
I had a beer and now I hear you
Calling out for me
And I hope that I don't fall in love with you.
Well the room is crowded, people everywhere
And I wonder, should I offer you a chair?
Well if you sit down with this old clown,
Take that frown and break it,
Before the evening's gone away,
I think that we could make it,
And I hope that I don't fall in love with you.
Well the night does funny things inside a man
These old tom-cat feelings you don't understand,
Well I turn around to look at you,
You light a cigarette,
I wish I had the guts to bum one,
But we've never met,
And I hope that I don't fall in love with you.
I can see that you are lonesome just like me,
And it being late, you'd like some company,
Well I turn around to look at you,
And you look back at me,
The guy you're with has up and split,
The chair next to you's free,
And I hope that you don't fall in love with me.
Now it's closing time, the music's fading out
Last call for drinks, I'll have another stout.
Well I turn around to look at you,
You're nowhere to be found,
I search the place for your lost face,
Guess I'll have another round
And I think that I just fell in love with you.

[Tom Waits, I Hope I Don't Fall in Love with You]

Tarde de lluvia en Madrid

[El suelo de la terraza parece pintado, más que mojado]

Aparte de ser una canción de Los Modelos que en tiempos versionó Púlsar (desaparecido, pero no olvidado), una tarde de lluvia en Madrid era algo necesario. La primavera adelantada me ha devuelto las fuerzas perdidas, pero la nube tóxica en la que hemos vivido la última semana empezaba a ser sofocante. Uno no es consciente del aire irrepirable que nos tragamos hasta que ve la ciudad desde lejos como si estuviera envuelta en una tormenta de hollín.

[En los edificios vecinos la gente pasa el domingo en el salón]


Formas de ver las cosas - 2ª parte

[Lotus lilies (1888), Charles Courtney Currant]

Si tengo que definir porqué me ha gustado mucho más la segunda parte de la exposición Jardines Impresionistas, se me ocurren dos razones prácticas y una sentimental. Para empezar, la colección que han reunido en la sala de exposiciones de la Fundación Caja Madrid es de acceso gratuito, por lo que uno puede pasearse entre los cuadros de manera mucho más libre, no constreñido por la necesidad de hacer bueno el dinero que se ha desembolsado a la entrada. Puede parecer una tontería (o una perogrullada), pero disfruto más en las exposiciones gratuitas porque me puedo dejar llevar por lo que veo, sin que una relación mercantilista medie entre los cuadros y yo. La segunda razón es que la sala es infinitamente mejor. En el Museo Thyssen "canalizan" este tipo de exposiciones temporales en un laberinto de salas color salmón que colocan en la parte nueva. La sala de Caja Madrid, sin embargo, es un espacio diáfano de varios pisos, con barandillas, niveles, claraboya... Ni cuadros ni espectadores están encajonados como en un experimento de Skinner; las obras tienen entidad más allá de los marcos y se pueden observar desde muchas perspectivas y distancias.

[Geranium (1888-1889) Frederick Childe Hassam.]


Pero además el conjunto de la Plaza de San Martín muestra cuadros que me son más cercanos y queridos que el del Paseo del Prado: más tablas singulares, más artistas y movimientos que me gustan y hacen pensar. Tiene gracia que dos de los que más me llamaron la atención sean de pintores norteamericanos (Currant y Hassam), ambos contemporáneos de Henry James. Ambos me hacen pensar en Isabel Archer tal y como la conocemos al comienzo de Portrait of a Lady, leyendo en una casa cerrada, antes de viajar al viejo mundo y contaminarse del mal europeo. Flores y mujeres parecen ir unidas necesariamente en muchas de estas obras: es curioso cómo las jóvenes de estos cuadros llevan vestidos que las cubren de cuello a pies (aunque haya fruncidos estratégicos para definir formas) y cómo eso contrasta con la desnudez de las flores que las rodean. Pétalos, sépalos, estambres y hojas se detallan y despliegan voluptuosos, mientras las amas virginales no parecen ser siquiera conscientes de estar bajo el microscopio del pintor. El siglo XIX es el de la sexualidad diferida: los personajes de las novelas de adulterio asisten a óperas para que pasiones que no verbalizan puedan tener salida (como en Madame Bovary, La Regenta, El Primo Basilio, La Dama del Perrito), y tal vez eso mismo ocurre en estos cuadros de jardines.

[Rosales bajo los árboles (1904-1905), de Gustav Klimt]

El tercer cuadro que me llamó la atención fue éste, uno de los tres de Klimt que han reunido para la muestra. Me impresiona por razones totalmente diferentes que los anteriores: por la perspectiva, la profusión de detalles que hacer perder la noción de la forma y la distancia. Es como perderse en un poema de T.S. Eliot, en el que son tantas la metáforas, alusiones, conclusiones, vínculos... que uno se siente abrumado por lo particular y durante unos segundos es imposible hacer pie o agarrarse a categorías conocidas. Un buen poema es un mosaico tan intrincando que genera más opciones que respuestas: esos momentos de alucinación en los que crees ver tantas cosas que la mente no alcanza a ponerlas en palabras, se detiene en el reconocimiento de todo un universo paralelo que sólo podemos intuir. Hay mucho más, "but that is not what I meant at all".

10.2.11

Meid in Ejpein

[Hay momentos en los Atraco a las Tres se aproxima bastante a mi trabajo.
Solo que Landa, López Vázquez, Alexandre... eran bastante más profesionales]

Tengo tal cabreo hoy... que no me digan que soy negativa, porque no los soy. Sólo totalmente realista: éste país es una desastre y no va a dejar de serlo en mucho tiempo (y eso contando con que los chinos nos den una tregua). No es la burbuja inmobiliaria, ni son las hipotecas sub-prime, ni los especuladores, ni el euro ni el signo de los tiempos o un mal karma. La culpa de todo la tenemos nosotros, todos y cada uno, y nuestra forma de relacionarnos que hace imposible trabajar juntos. Al menos trabajar juntos a la manera tradicional española. La no profesional.

He estado en otras empresas, he trabajado bastante con extranjeros y he tenido problemas de vez en cuando, pero todo el mundo entendía que trabajo era trabajo, y en el trabajo se comportaba profesionalmente, escribía emails profesionales y remaba en la misma dirección, en lugar de volcar la barca por estar tratando de darle con el remo al de delante. Ahora tengo que tratar con cincuentones desactualizados en lo que se parece más a la gasolinera de Lleno por Favor que a una empresa seria. El tema del feedback no lo trabajamos, allí lo llamamos "¿A santo de qué viene esta impertinente a decirme lo que tengo que hacer, como si supiera?"

Aparte de esa confusa noción que tiene la gente de que el trabajo para hacer amigos y enemigos porque es personal, cada vez me preocupa más la falta de formación de la gente. Hemos tenido una vacante y hace un par de días estuvimos entrevistando gente. Aparte de que los CVs eran bastante mejorables y de que todas las personas hablaban de lo que habían hecho quitándole importancia o de manera negativa, tres de las personas no tenían apenas estudios, y tampoco eran capaces de proyectar una imagen positiva de sus habilidades. Tal vez no estemos preparados para la vida moderna.

8.2.11

Ivy League


[No sé cómo lo hacen esta especie de WASPy punks, pero compro su rollo Nueva Inglaterra con toques caribeños. Todos sus vídeos me hacen pensar en los libros de Brett Easton Ellis]

Holiday, oh, holiday!
And the best one of the year
Dozing off underneath my sheets
While I cover both my ears
But if I wait for a holiday
Could it stop my fear?
To go away on a summer's day
Never seemed so clear
Holiday, still so far away
Our republic on the beach
I can't forget just how bad it gets
When I'm counting on my tea
But if I wait for a holiday
Could it stop my fear?
To go away on a summer's day
Never seemed so clear
A vegetarian since the invasion
She'd never seen the word bombs
She'd never seen the word bombs blown-up
To 96 point, Futura
She'd never seen an AK
In a yellowy Day-Glo display
A t-shirt so lovely it turned
All the history books grey
I got wheels, I got Cutter spray
And a healthy sense of worth
Half of me is the gasoline
But the other half's the surf
So if I wait for a holiday
Could it stop my fear?
To go away on a summer's day
Never seemed so clear

[Vampire Weekend, Holiday]

7.2.11

Signos inconfundibles del fin de una glaciación

[Primera cerveza de la temporada en la terraza de Las Toreras de Raimundo Fdez. Villaverde]

A pesar del hongo de contaminación que se cierne sobre la ciudad, el buen tiempo es más fuerte que la polución y me tiene en un estado de estúpida alegría. Me siento ya en primavera, igual que mis gatas (si por ellas fuera, no entrarían más que a dormir), y tengo ganas de hacer cosas todo el tiempo. Soy consciente de que no tiene el más mínimo sentido, porque es febrero, porque en unos días seré ún año más vieja, porque la vida es complicada y sólo podemos pelear con unos pocos enemigos cada vez...

El sol es una de las drogas más potentes, cómo nos engaña: nos hace pensar que podemos. Y si el sol no es suficiente siempre nos queda la cerveza con aceitunas y/o patatas fritas.

[Y ésta es mi propia terraza, tras una mañana de limpieza]

6.2.11

"...es invisible a los ojos"

[Afterglow, de Brent Lynch
El cuadro me recuerda a este vídeo de Vampire Weekend]

And he explained this too, conscious as he spoke that here he was on his way to an assignation, that not a soul knew about it and that probably no one would ever know. He was leading a double life: one was undisguised, plain for all to see and known to everyone who needed to know, full of conventional truths and conventional deceptions, identical to the lives of his friends and acquaintances; and another which went on in secret. And by some strange, possibly fortuitous chain of circumstances, everything that was important, interesting and necessary for him, where he behaved sincerely and did not deceive himself and which was the very essence of his life - that was conducted in complete secrecy; whereas all that was false about him, the front behind which he hid in order to conceal the truth [...] - that was plain for all to see. And he judged others by himself, disbelieving what he saw, invariably assuming that everyone's true, most interesting life was carried on under the cloak of secrecy, under the cover of night, as it were [...]

[A. CHEKHOV (2010) The Lady with the Little Dog. London: Penguin. P.236]

2.2.11

Retrospecter

[Muy raro esto de tener una epifanía en un bar indie de Valladolid.
Pero apropiado, a un tiempo. La foto es de Asklepios]

Por esta época del año siempre me pongo fatalista, lírica, pesada con el tema de la edad. Se aproximan días sombríos porque mi cumpleaños hace tiempo que dejó de ser divertido: la sombra de los 34 es alargada y tiñe de melancolía cada pequeña revelación. Y cada revelación está relacionada con el paso del tiempo.

Hace dos semanas acabé en un antro de Valladolid a eso de las 4 de la mañana y la música era la que escuchaba allá por mis años de instituto y universidad (desde la distancia las músicas de un periodo y otro empiezan a confundirse). Cuando eché un vistazo a la cabina del DJ vi lo que tenéis en la foto: las hileras e hileras de CDs en la penumbra recordaban levemente a los anaqueles de la biblioteca de una vieja abadía. Hacía tanto que no iba a un sitio así a bailar, a cantar y beber... Hace tanto tiempo que ya no me siento segura en un sitio así, temo que la gente de mi alrededor me mire con la misma mezcla de mofa y desdén con la que yo miraba a los que entonces me parecían "viejos".

Y es que si pienso que el disco que estoy escuchando en Spotify mientras escribo tiene 18 años me da vértigo: "Come on Feel the Lemonheads" me sigue pareciendo aceptable. Tengo que agarrarme a las letras de Dylan para no cerrar el portátil, porque sé que en realidad tiene razón, y para muchas cosas soy más joven y fresca ahora que cuando arrastraba toda la carga de las ideas impuestas por mis padres: But I was so much older then / I'm younger than that now. No creo que él haya conseguido arrancar todas sus Back Pages, así que no voy a pretender que yo soy capaz.