De una pared en Alfama, Lisboa.]
Dos pintadas alusivas al país, ambas del oeste de la península y de distinto signo. España tiene sus ventajas y sus desventajas, y el primero que lo admitirá es un español... siempre y cuando el extranjero mencione lo bueno y el indígena pueda glosar lo malo.
Me gusta la segunda pintada (la primera me recuerda que somos una nación gárrula, atentos al acento, y me hace sentir culpable); critica a un tiempo los regionalismos ridículos que hacen que hasta lo obvio se quiera revindicar (Chamberi independiente!), pero también la apropiación que las culturas hacen de los señas de identidad de grupos pequeños. Según se quiera leer.
[Melmac no es España.
Salamanca, C/ Francisco de Vitoria]
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