24.9.12

Saber que no se está solo

[Wired, pero aferrada al papel]

Ahora que todos mis amigos se están pasando a la libro electrónico, usan whatsapp para comunicarse (¿no se volverán locos? Siempre parece haber un ciberocioso esperando agazapado para emboscarlos en una conversación banal) y, por supuesto tienen iPhone, yo estoy atravesando una regresión tecnológica. En mi búsqueda de la callida iunctura, del formato electrónico ideal que dé forma al pensamiento, vuelvo a centrarme en los SMSs y las entradas de blog, unidades mínimas en las que puedo concentrar mi mente y mi discurso. Y precisamente al hilo de la cambiantes, inmediatas y simultáneas nuevas formas de comunicación a nuestro alcance leo en el penúltimo libro que me he comprado un párrafo que me hubiera gustado escribir a mí, hasta ese punto lo reconozco:

No obstante, el que tal vez sea el estado mental más difícil de cultivar en una era digital es muy diferente tanto de la reflexividad rápida y ágil de la atención parcial como de la concentración absoluta de la atención pura: las ensoñaciones libres relacionadas con la creatividad y la paz interior.

Los pensamientos que surgen durante ratos "muertos" de nuestra vida - en un tren, en el baño, mientras caminamos, miramos por una ventana o pasamos la página de un libro - son imposibles de reproducir, ya sea a través de una planificación digital minuciosa o de sesiones de desconexión cuidadosamente programadas. Son momentos que se presentan de improviso, sobre todo cuando nuestra vida no está organizada al minuto. Son idiosincráticos, personales y espontáneos, una especie de libertad que nos es concedida, en palabras del filósofo británico de la Ilustración John Locke en su Ensayo sobre el Entendimiento Humano, "cuando las ideas llegan flotando a nuestra mente, sin reflexión o consideración por parte del entendimiento".

En el contexto  de este capítulo - de la necesidad de dominar nuestra atención y llegar a comprenderla-,  esto nos plantea una advertencia importante: que en todos los sistemas y estregias debe haber espacio para la excentricidad. Para que nuestros pensamientos nos pertenezcan del todo, necesitamos ser libres, no solo de la tiranía del mal uso de las herramientas, sino también de nuestras mejores exigencias y estrategias.

Mientras escribo este libro, lo noto claramente. Cuando escribo de corrido con pluma, que es como suelo redactar buena parte de mis borradores, las palabras fluyen en el sentido de que me vienen a la mente con media frase de antelacion. La lentitud mecánica de la escritura me ayuda a percibirlas no solo como ideas, sino también como sonidos y objetos, lo que me produce un placer sinestético y sensual. Escribir con esmero en una libreta física permite que los procesos de escritura y de ensoñación se mezclen, a menudo de formas inesperadas: las oraciones y las frases se me ocurren de pronto, tras momentos en que doy rienda suelta a mis pensamientos.

Tal vez por eso baso mi inspiración en las anotaciones que hago al margen de libros físicos: textos que llevo conmigo y que me gusta leer sin interrupción, esperando que la inspiración surja gradualmente del proceso de lectura. Cuando hojeo estos libros, compruebo que los momentos en que mis ideas cobran lucidez están marcados por líneas garabateadas al borde de la página. Estos actos - leer con una pluma en la mano, caminar con una libreta en la cartera - me dan licencia para dejar vagar mi mente. He llegado a condiderarlos un lujo pero también un proceso necesario para que mi obra, además de ser rigurosa, me pertenezca sólo a mí.

[Tom CHATFIELD 2012 Cómo Prosperar en la Era Digital. Barcelona: Ediciones B. Pag. 58-60]

22.9.12

Más cosas que hacer en Madrid - E pur si muove

[Joaquín Reyes sobreexpuesto durante su actuación de la Sala Galileo Galilei el pasado viernes 21]

Empiezo a pensar que somos muchos los que hemos decidido luchar contra la crisis haciendo más cosas que antes. Cada minuto, cada euro, cada rescoldo de ilusión tiene que ser invertido en sentir que seguimos vivos. No hay otra manera. Tal vez la solución sea encerrarse en casa a ahorrar céntimo a céntimo, pero si lo que nos espera para salir de este bache es pasar cinco años más en una hura fiscal, que no cuenten conmigo. Además parece la única manera de hacer que el fin de semana sepa a 4 días y no tengamos que volver el lunes a la oficina y lanzarnos desde un armario sobre el jefe en plan Rambo, porque la bazofia del Vietnam era más digestiva que el trabajo diario que nos impone - hay una escena bastante similar en Trainspotting, creo que Renton y Sickboy saltan sobre un tipo desde un altillo, quién pudiera.

No es nuevo, el hombre necesita el humor para olvidarse de sus miserias. Y si después de leer El Cementerio de Praga Umberto Eco no se me hubiera atragantado, buscaría mi copia de El Nombre de la Rosa para trancribir esos versos apócrifos de la Poética de Aristóteles en los que habla de la piedra desvergonzada que corre por la colina (jojojo, sonrío para mis adentros mientras sostengo un mónoculo imaginario en la mano y me felicito por esta pedante muestra de humor de ceja alta). No fue la cosa tan elevada el viernes por la noche en la actuación de Joaquín Reyes y Ernesto Sevilla (los recordarán de hitos como La Hora Chanante o Museo Coconut), el humor chanante (neologismo que aglutina lo friki, sofisticado y manchego) se ha atrevido a llevar lo escatológico hasta cuotas desconocidas hasta ahora.

¿Me gustó la actuación? Me gustó las expectación, me gustó tomarme un Gin tonic con los amigos mientras esperábamos (un gintonic de Beefeater servido por un camarero de casi 60 años además, nada de pijadas sofisticadas ). Me gustó la hora golfa a la que empezaba la actuación (programado a la 1.30 de la madrugada, efectivo a las 2). El problema es que ninguna de las dos actuaciones fue nueva y original, el 60 % ya lo habíamos visto en El Club de la Comedia. Estos monólogos en vivo, ¿no deberían usarse para ensayar nuevas gracias y probar gags? A lo mejor salir medio borracho al escenario y contar lo mismo de siempre es el camino más directo para matar la gallina de los huevos de oro. Un chiste pierde parte de su gracia si pierde el efecto sorpresa, ya no te ríes de la singularidad de la imagen que te propone, te ríes del recuerdo de tu propia sorpresa y risa la primera vez que lo escuchaste. Aun así lo doy por bueno, hacer cosa nuevas y distintas es tan importante como hacer gracias nuevas. El mundo es un infierno, "los demonios van con traje" y  tratan de inmovilizar el alma. Por suerte siempre salta algún pisano para contradecirlo por lo bajini.

13.9.12

The facts of life


[Me gusta la versión de Bon Iver, pero la voz cálida, rica, femenina de Bonnie Raitt es mucho mejor, y también el toque country. Hace la canción aún más desesperada.]

Turn down the lights, turn down the bed
Turn down these voices inside my head
Lay down with me, tell me no lies
Just hold me close, don't patronize
Don't patronize me.
'Cause I can't make you love me if you don't
You can't make your heart feel
something it won't
Here in the dark,in these final hours
I will lay down my heart
and I feel the power but you won't, no you won't
'Cause I can't make you love me if you don't
I'll close my eyes then I won't see
The love you don't feel when your holding me
Morning will come and I'll do what's right
Just give me till then to give up this fight
and I will give up this fight.

[Bonnie Raitt (versión de Bon Iver), I Can't Make You Love Me]

11.9.12

Septiembre

[Mi mes favorito, y también uno de mis lugares favoritos]

Desde hace años, cuando llega esta época, siento, al iniciarse la noche, una envidia secreta de las personas que no sé muy bien adónde van, de la pareja que se pierde en la oscuridad de una calle, de las vagas personas que toman el tren de la noche, de los que veo entrar en una casa que no es la suya, después de haberse asegurado de que no han sido seguidos por nadie, echando una mirada arriba y abajo de la calle...

[Josep PLÁ 1999 El Cuaderno Gris. Madrid: El Mundo, Unidad Editorial. Pg 176]

9.9.12

Crisis - and no, I wouldn't change my ways

[Últimamente me despiden horizontes flamígeros,amenazadores]

My hand to God, I didn't mean to
After all, look what we've been through
Men come in different shades
That's how we're made
The little house on Ellis Drive
Is where I felt most alive
The oak tree covered that old Ford
I miss it Lord, I miss it Lord
These blood red eyes don't see so good
But what's worse is if they could
Would I change my ways?
Wasted times and broken dreams
Violent colors so obscene
It's all I see these days, these days.
Watch what you say, the devil is listening
He's got ears that you wouldn't believe
And brother once you go to him
It's your soul you can never, never retrieve
[The Black Keys,These Days]


5.9.12

Money WAS a by-product


[Sabrina Fairchild riéndose un poco de la seriedad de un consejo de administración a la antigua, con su sombrerito de gato]

En estos momentos de fusión empresarial en los que me circundan correos corporativos que parecen escrito por un ejército de monos pomposos y queda más claro que nunca que ESADE no es más que el acrónimo de Escuela Superior de Arte Dramático y Empresarial (hasta para hacernos el paripé tienen que estudiar los memos del nivel ejecutivo, hay que barrer la porquería de una restructuración durísima bajo el bello y complejo tejido de esa alfombra conceptual llamada "aprovechamiento de sinergias") me hizo mucha gracia escuchar este diálogo en una película de Billy Wilder que sólo tiene 60 años. Nunca había visto Sabrina hasta ayer, y me pareció tan compleja que necesitaría varios post para analizarla en detalle.

En esta conversación entre los dos hermanos y herederos de industrias Larrabee, Linus (Bogart en la película) trata de convencer a David, su hermano menor y bala perdida de la familia ( interpretado por William Holden) de los beneficios que traerían a la empresa y por extensión a toda la sociedad sus boda con la heredera de un imperio comercial afín. Lo más llamativo es que Linus parece creer firmemente en que el fin de toda se actividad es el poder de cambiar las cosas a mejor. Es decir, que el fin no es ganar más dinero, ni generar más bonus, ni que suban la acciones, ni tener contento al consejo de administración, ni comprarse un Aston Martin, ni veranear en Positano. Wilder debía estar ironizando al presentar a Linus como el último representante del capitalismo puritano, seguramente ya entonces estaba en decadencia esa figura, pero es que el contrate con lo que tenemos ahora es tan vivo que el diálogo casi hace sonreir.


David: Mr. Tyson owns the sugar cane, you own the formula for the plastics and I'm offered as a sacrifice on the altar of industrial progress!

Linus: You make it sound as if the son of the hot-dog dynasty had to marry the daughter of the mustard king. Surely you don't object to Elizabeth
because her father has $ million? That's very narrow-minded of you.

David: Just one thing. I haven't proposed and she hasn't accepted.

Linus: Oh, don't worry. I proposed and Mr. Tyson accepted.

David: Did you kiss him?

Linus: Elizabeth is a lovely girl. Sooner or later you'll propose. I'm helping you make up your mind.

David: Then you marry her.

Linus: Me?

David: What's so funny?

Linus: If I got married, I'd have to take a Dictaphone, two secretaries and four corporation counsellors along on the honeymoon. I'd be unfaithful to my wife every night with vice presidents, boards of directors, slide-rule accountants... This... this is my home. No wife would ever understand it.

David: Nor me. You've got all the money in the world.

Linus: Making money isn't the main point of business. Money is a by-product.

David: What's the main objective? Power?

Linus: Ah! That's become a dirty word.

David: What's the urge? You're going into plastics. What will that prove?

Linus: Prove? Nothing much. A new product has been found, something of use to the world. A new industry moves into an undeveloped area. Factories go up, machines go in and you're in business. It's coincidental that people who've never seen a dime now have a dollar and barefooted kids wear shoes and have their faces washed. What's wrong with an urge that gives people libraries, hospitals, baseball diamonds and movies on a Saturday night? […]

David: You make me feel like a heel. If I don't marry her, some kid will run around Puerto Rico barefoot!

Linus: Look at this stuff. Planes and suits will be made of it and you'll probably be able to eat it.vWe're organising Larrabee Plastics. Larrabee Construction has the plans. Larrabee Shipping bought nine more freighters to handle the traffic.

David: The wheels are in motion already?

Linus: That's what I mean.

[Extracto del guión de Sabrina (1955), y editado tomando como base esta transcripción]