[Perdida en el misterio del tapiz negro de la vida como un personaje de Henry James] Es domingo por la tarde, no llueve afuera pero amenaza con hacerlo y después de ver
Conan El Bárbaro por la tele me he quedado en el sofá dispuesta a sacar unas entradas de blog como sea, porque tengo esta parcela sin roturar desde hace demasiado tiempo. ¿Razones? Ninguna en concreto. Es posible que sea una fase, sin más. Que no tenga nada que decir. O no sepa decir lo que tengo en mente, porque ocurrírseme se me ocurren muchas cosas a lo largo del día, en especial estas semanas pasadas que han sido intensas en cuanto intrahistorias. Pero esas son las historias que no se cuentan, por definición. Tal vez he tenido poco que publicar porque he estado perdida en estas contradicciones.
Tapiz negro que no deja de desenrollarse frente a nosotros leas lo que leas, oigas lo que oigas. Las tiendas pequeñas van cerrando, el círculo de conocidos desempleados empieza a cerrarse y envolver también a amigos e incluso familiares. Horizonte que se oscurece con subproductos de la combustión del oro negro, con las ráfagas de metralletas disparadas en Libia, con las explosiones de una nuclear. Ola sucia y gigante que amenaza con lamer hasta el último resquicio de riqueza de Japón en sentido literal, de este nuestro país en sentido figurado. Nube antracítica y tormentosa que se cierne sobre mi cabeza cuando me da por meditar sobre la vida que está por venir. No estoy de buen humor, y no sólo porque los consultores hayan ido más lejos de lo esperado con sus desrepresentaciones de nuestro trabajo (segunda palabra que me invento hoy, ¿qué me pasa?).
The thing is... I'm sad. Conforme se desarrollan los acontecimientos, más sensación tengo de que la entropía del sistema es tan grande que mi dimensión en el mundo se reduce cada segundo, y soy una variable menos importante en la vida de mis padres, mis hermanos, mis compañeros de trabajo... Hacerse mayor es quedarse sólo, pero ¿cómo no sentir pánico al notar que empieza a ocurrir, aunque sea a fuerza de cambios infinitesimales?
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[Anónimo existió de verdad, fue un cronista medieval de la corte húngara; esta estatua del parque Municipal de Budapest lo celebra. Mais où sont les neiges d'antan?]