1.11.09

Mistificaciones y ramificaciones

[El tal Fadrique debió ser Friedrich allá en Suiza: los primeros maestros de la imprenta fueron centroeuropeos. Gutenberg era de Maguncia y pasó algún tiempo en Estrasburgo, no lejos de Basilea. Alrededor de 1475, Caxton (que había pasado 30 años en Brujas trabajando, probablemente en imprentas) publicó el primer libro impreso en inglés, nada menos que Canterbury Tales de Chaucer]

Una de las cosas que más me gusta de viajar por la vieja Europa (especialmente por la vieja España, ya que la conozco un poco mejor) es que siempre se tropieza uno con lugares cargados de historia. Lugares en los que (a veces de forma imaginaria) han ocurrido cosas apasionantes, tanto para lo bueno como para lo malo. A veces uno sabe de antemano lo que va a encontrar y la anticipación es digna antecesora de la satisfacción que se siente al tocar con las manos el lugar: eso me ocurrió cuando en Pisa llegué a la Piazza dei Cavalieri y vi dónde había estado la torre en la que Ugolino de la Gherardesca murió de hambre (Dante lo situa en el Antenora royendo el cráneo pelado del obispo Ruggieri, responsable de su castigo). Otras se trata de descubrimientos: una simple placa conmemora el acontecimiento, y no se sabe que esa marca espera agazapada tras la esquina hasta que se tiene frente a los ojos.

Me pasó en Burgos hace 3 semanas: después de sacar unas fotos de la fachada de la catedral subí las escaleras que rodean la plazoleta (quería ver el retablo de piedra de la iglesia de S. Nicolás, siglo XIV), y en la puerta del Mesón del Cid me sorprendió encontrar este recuerdo del lugar en el que se imprimió la edición burgalesa de La Celestina (1499). A pesar de no ser la única edición (ni versión) del texto, se tomó como fecha para celebrar el 5° universario de la publicación de la obra de Fernando de Rojas (y otros). Aunque, como me acabo de enterar por este artículo de Francisco Rico, la elección es arbitraria y consensuada, ya que no se sabe con certeza que la de Fadrique y Juan fuera de veras la primera. Mistificaciones o, si queremos ser más justos, simplificaciones: los detalles quedan difuminados cuando se vuelve la vista atrás tantos años. Y ramificaciones, porque tantos temas parecen desarrollarse lateralmente de este tronco...

Como repetía en cada clase uno de mis profesores, "cultural revolutions don't happen overnight". Para esta entrada he estado buscando información en una horquilla de 150 años, y podría remontarme aún más, tanto como me apetezca buscar o relacionar. Burgos (Caput Castellae allá por el año 884, capital del reino de Castilla y León en el 1035) fue unos de los núcleos castellanos más importantes en la edad media por múltiples razones. Tuvo muy pronto impresores, pero es que entre los años 1091 y 1109 (apenas 400 años antes) los monjes Domingo y Munio con la ayuda del prior Don Pedro (iluminador) copiaron en Silos uno de los manuscritos más famosos del Beato - que José Bonaparte robó y terminó en la National Library de Londres . Parece ser que el comercio de la lana (Burgos controlaba gran parte del mercado exterior de esta industria castellana) fue lo que la colocó en situación priviligiada para las relaciones con Flandes y el resto del imperio germánico. Tanto que la biblioteca municipal de la ciudad guarda una de las biblias originales de Gutenberg. Dante, el Beato de Silos, las catedrales... La historia europea entre el año 1000 y el 1500 me tendría buscando en internet 3 horas más. Y siempre me hace sentir el joven Adso, cándido espectador.

[La catedral de Burgos, justo enfrente.
Fadrique y Juan la conocieron ya con las dos agujas al estilo Colonia]

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