[Libros que nos hablan de otros libros. Acabo de terminar Firmin, de Sam Savage, y me ha recordado este otro fragmento sobre libreros y ratones. La ilustración es de Fernando Krahn]
La cueva de ZARATUSTRA en el Pretil de los Consejos. Rimeros de los libros hacen escombro y cubren las paredes. Empapelan los cuatro vidiros de una puerta cuatro cromos espeluznantes de un novelón por entregas. En la cueva hacen tertulia, el gato, el loro, el can y el librero. ZARATUSTRA, abichado y giboso -la cara de tocino rancio y la bufanda de verde serpiente-, promueve, con su caracterización de fantoche, una aguda y dolorosa disonancia muy emotiva y muy moderna. Encogido en el roto pelote de una silla enana, con los pies entrapados y cepones en la tarima del brasero, guarda la tienda. Un ratón saca el hocico intrigante por un agujero.
ZARATUSTRA
¡No pienses que no te veo, ladrón!
-
[Ramon del Valle-Inclán (1924) Luces de Bohemia
Acotación inicial de la escena segunda]
No hay comentarios:
Publicar un comentario