Esa última frase no es de esa película, sino de Batman: The Dark Knight, que por fin estrenaron en España el miércoles. Nolan parece seguir interesado en el desorden también, así que es muy apropiado que el personaje de Harvey Dent coincida con The Joker en escena. Ambos son el mismo tipo de tramposo, una moneda de dos caras tiene el mismo efecto que un comodín, permite al jugador ganar o ganar. Tan arbitrario es el caos que Joker quiere llevar a Gotham como la justicia de Two Face. Lo más curioso es que, con Rachel fuera de escena (único personaje que de verdad confía en las reglas establecidas), Bruce es idéntico a los villanos, que a su vez son idénticos a Gotham: las cartas siempre están marcadas, e incluso el no-héroe tiene que mentir para ganar. Por eso me encanta este Batman (y no sólo porque Christian Bale de al papel el reverso tenebroso que necesita, o porque esté muy bueno). "Because he's not a hero".
¿Casualidad? No juego a los dados, probablemente estoy buscando explicaciones y me fijo más en estos aspectos de todo lo que veo y leo. Justo ahora he vuelto a un estudio que Terry Jones escribió sobre The Knight's Tale de Chaucer, y su teoría es que el caballero se revela como un mercenario precisamente en su manera de versionar una historia de Bocaccio. En lugar de ensalzar el ideal caballeresco y la confianza en la divina providencia, el caballero (si tal es) termina ensalzando el caos, y la posibilidad de maniobra que hombres como él (representados por Theseus) obtienen cuando son ellos los que deciden su propio destino.
Sigo a vueltas con este dilema moderno ya a punto de expirar.
[La sombra del murciélago es alargada]
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