Si no fuera la canción de Morrissey que estoy escuchando, creo que no me habría puesto ni a escribir, y eso que llevo horas frente al ordenador esperando la inspiración como a un rayo divino que me fulmine de una vez. Pero después de cumplir 32 (¡32!) horribles años y tener la crisis anual en la que considero las ventajas de seguir envejeciendo, y de no encontrar muchas, me he puesto a ver vídeos en youtube.
Sigo sin encontrar ventaja alguna, pero ahora al menos estoy tecleado algo en lugar de jugar al solitario spider y morir un poco. Odio mi cumpleaños. Estoy de vacaciones, he estrenado zapatos nuevos, voy a ver un piso dentro de un rato, y aun así me metería de nuevo en la cama hasta mañana por lo menos. Con zapatos nuevos y todo. Sólo a mí se me ocurre buscar la escena de Ártax en el pantano de la tristeza en momentos como éste.
Vuelvo a Morrissey, que es un viejuno y sigue haciendo lo suyo como si no pasara nada:
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