Debo este homenaje desde hace dos meses, ya era hora de que hablara de cómo redescubrí a Profesor Popsnuggle. La cosa más sencilla: estaba leyendo en mi cuarto y a través de la ventana llegaba el sonido de una canción que se repetía una y otra vez. Así que tuve que bajar a preguntar a mi vecino qué estaba escuchando. Y allí se generó una conversación-test sobre música moderna y antigua en la que me dí cuenta de que llevo 10 años desactualizada y se me acabó lo de vivir de las rentas (pero de la que salí con 3 cervezas entre pecho y espalda, y 3 o 4 CDs by the face).
Menos mal que Bob Dylan rescató mi dignidad quebrantada. Nunca me felicitaré suficiente por haber comprado Blonde on Blonde.
El caso es que crucé las puertas del santuario y conocí a Alfredo. Aunque Rana, en realidad esto va por ti. Tarde, pero justo a tiempo para el concierto de Profesor Popsnuggle en Siroco (27 de Septiembre). Anticipos en este enlace.
[¿Por qué les gustará a los gatos negros dormir sobre impresoras?]
No hay comentarios:
Publicar un comentario