He cogido esto de la tele con bastante fuerza. No sé, debo estar en una etapa oruga de mi vida. Llego del trabajo, abro una bolsa de patatas fritas, me tumbo en el sofá y veo casi cualquier cosa que echen...siempre que haya algún asesinato que resolver de por medio. Es fácil ahora que por fin sé lo que es tener más de 6 canales. Mentes criminales, Hermanos y detectives, CSI, Bones, Testigo Mudo, Diagnóstico asesinato y si no queda ningún otro recurso, Los vigilantes de la Noche (pero reconozco que tengo que estar desesperada para seguir esa trama absurda). Hoy es lunes y también tengo mi ración. ¿Sólo yo tengo la impresión de que estas series se escriben para mujeres? Cuantos más episodios de Bones veo más convencida estoy. Por si alguien creía que era imposible cruzar CSI con Anatomía de Grey.
Mientras escribo estas tontás, al filo de la media noche, veo la peor serie de detectives que recuerdo en televisión. Los Misterios de Laura es una especie de recreación de interiores sofisticados, iluminados al estilo Cuéntame, en los que ciudadanos ranciamente acomodados cometen crímenes rocambolescos. Casos de complejidad matemática, con protagonista enfundada en gabardina y modales de Colombo que se hace la tonta para ser la lista...Sólo Jessica Fletcher se las había arreglado para ser tan irritante. Pero hay que agradecer a Angela Lansbury que su personaje hubiera pasado ampliamente la etapa reproductiva y nos ahorrara las escenas con los gemelos y el triángulo amoroso que no se sostiene.
La serie es mala. Los chistes son malos. Los personajes, de puro estilizados son casi marcianos (esa pareja divorciada que trabaja junta y ni pelea ni sufre, que no parece ni española), como si hubieran tratado de dar la vuelta a Aida. Dan ganas de ponerle una inyección de adrenalina a María Pujalte, no se altera aunque encuentre a su ex montándoselo en el sofá de casa con su mejor amiga mientras los niños prenden fuego a los muebles. Pero hay algo que me gusta: la ciudad es Madrid, pero no lo parece. Se han reinventado una ciudad en la que casi no pasa nada excepto variaciones de La Ratonera, y con escenarios nuevos. Me han sorprendido bastante cuando han usado el Colegio de Médicos de Madrid como teatro. Pero no es suficiente. Cualquier serie norteamericana tiene diálogos coherentes, ¿es eso imposible en España? Aún estoy traumatizada porque en el primer episodio la directora de un colegio privado iba a entrevistarlos a su casa. Lo dicho, un marciano habría cantado menos.
Hello, State College!!! Veo que estás dándote una vuelta por aquí :D
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