Como diría el torero: en dos palabras, im-prezionante. Hoy me he quedado en casa trabajando (no sé si será gripe, pero he fundido dos paquetes de pañuelos) y me he quedado mirando la televisión como idiota cuando ha salido nuestro presidente y ha dicho nada menos que esto:
La recuperación se ha iniciado. No sabemos aún con qué fuerza, con qué progresión, ni sabemos aún con certeza cuándo tendrá el vigor suficiente para crear empleo de forma estable. Pero ya está en marcha.
[Traducción: sólo porque todos los países de nuestro entorno han empezado a crecer estamos dando por hecho que van a arrastrarnos hacia arriba. Pero como ni siquiera sabemos dónde estamos o hasta que punto nos hemos hundido, no nos atrevemos ni a estimar cuándo, cómo y por qué pensamos que será así. Y en cualquier caso, por lo que pueda pasar, tampoco digo si me refiero a la economía española, le europea, la mundial... Es decir, la nueva teoría del gobierno es la de la Divina providencia. Obama proveerá.]
Hay que hacer cosas, sí [5 segundos de asentimiento de derecha a izquierda mientras escruta el auditorio en busca de respaldo] pero la superioridad de hacerlas con acuerdo me parece incuestionable antes de incorporarlas unilateralmente a través de una ley.
[Traducción: no me cogeréis vivo en este jardín, eso ya lo dejamos para la siguiente legislatura si eso. O no.]
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